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Una población envejecida es lo que necesita el mundo



Revista: Business Week
Tema: Demografía y Migracion
Fecha: Febrero 2013
La recesión reproductiva es un fenómeno global. En todas partes las mujeres están teniendo menos hijos y en etapas más tardías de sus vidas. Si los niveles poblacionales están elevándose todavía en algunos países, es porque la gente vive más o porque el país atrae a montones de inmigrantes. Para el 2050, las Naciones Unidas estiman que 48 países de un total mundial de 229, tendrán poblaciones inferiores que en 2010. La combinación de declinantes tasas de nacimientos y mayores expectativas de vida también significa que el mundo está envejeciendo, lo que proyecta una sombra en las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo. En 1980 la edad media era 23; para 2050, según la ONU será de 38. En 1970, alrededor de la mitad de la población mundial era menor de 20 años; para 2011, esa cifra ha disminuido a poco más de un tercio y estará más cerca de un cuarto para la mitad del siglo. Mientras, el número de personas mayores de 65 años aumentó desde un 5% a un 9% entre 1970 y 2011 y se elevará a un 20% para 2050.

Las poblaciones que envejecen representan grandes retos, especialmente para las industrias que brindan servicios. Por ejemplo, alrededor del 5% de PIB global se gasta en educación; la mengua en el número de niños podría representar que un montón de maestros quedarían sin trabajo. Los gastos en los viejos, mientras, seguramente se dispararán. Los gastos en pensiones en la Unión Europea ya actualmente representan un 12.5% del PIB. A medida que la población mayor de 65 años aumenta de un quinto a un tercio, o aumentan estos pagos, o bien los viejos estarán menos confortables. La manutención de los más viejos va a convertirse en un problema particular para los países en desarrollo como China, que han descansado tradicionalmente en las familias para que se hagan cargo de sus ancianos y débiles. El peso sobre los hijos podría tornarse insoportable sin redes de seguridad más expandidas.

Aun así, el descenso en la natalidad no es necesariamente un desastre. Los políticos y el público tendrán que ajustarse a los cambios en la forma en que se sitúan los recursos y se define el trabajo, pero un mundo más viejo y más gris puede resultar un mejor lugar. La caída de las tasas de nacimiento, en un inicio, refleja una creciente igualdad de géneros: las encuestas sugieren que las mujeres usualmente quieren tener menos hijos que los hombres. La razón, es que los hijos tengan más probabilidades de sobrevivir y salir adelante. El secreto para la riqueza no es tener más gente joven, sino más gente productiva. Las economías seguirán creciendo si se enfocan en aumentar la productividad de aquellos que estén aptos para trabajar. Si el mundo rico como un todo aumenta la inmigración de las poblaciones aun en expansión del mundo en desarrollo, dará un fuerte empujón a la economía mundial. Proporcionando trabajadores con mejor educación y moviéndolos hacia empleos de más alto rendimiento, los países pueden generar más riquezas con menores poblaciones.

A la larga, la estabilización de la población global podría ayudar a aliviar los miedos de un Armagedón climático. El gran reto de combatir el cambio climático es asegurar que un ingreso dado por persona pueda ser distribuido a cada uno, pero más sosteniblemente. Un menor número de personas ayudaría a lograr esto. Y mientras que tener menos gente joven en el mundo puede hacerlo más aburrido, podría hacerlo más pacífico, pues los jóvenes cometen más crímenes violentos. Además, una encuesta mundial a 86 países encontró que la gente sin hijos es considerablemente más feliz que la que los tiene. Una población global significativamente declinante podrá, por supuesto, significar oportunidades medias. Cada niño nacido podría ser el próximo Picasso o Einstein. La vasta mayoría de la gente sobre la Tierra está contenta de estar viva. Pero los beneficios asociados a las tasas de nacimientos estabilizadas son también considerables: mayor libertad para las mujeres y mejores oportunidades y salud para sus hijos. La disminución de la tasa de natalidad brinda mayor libertad a las mujeres y oportunidades para sus hijos. No es algo que temer.




Este es el resumen del artículo "Una población envejecida es lo que necesita el mundo" publicado en Febrero 2013 en la revista Business Week.

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