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La crisis obligará a reformar y mejorar el Estado de bienestar europeo



Revista: Knowledge @ Wharton
Tema: Negocios en Europa
Fecha: Marzo 19, 2013
La profunda crisis económica de Europa ha reavivado y acelerado el debate sobre la viabilidad de uno de los pilares sociales y señas de identidad del Viejo Continente: su Estado de bienestar (modelo de organización económico-social que pretende un reparto más equitativo de los beneficios y la riqueza entre toda la población, con la extensión de ciertos servicios o garantías sociales a todos los ciudadanos). Los enormes déficits presupuestarios de los países más dañados por la crisis han provocado que pasen del debate sobre el Estado de bienestar a la acción para convencer a los mercados internacionales de que sus economías son sostenibles y solventes, ante el peligro de que dejen de financiarlas. Para cuadrar las cuentas del Estado, países como Italia, España, Portugal o Grecia han recortado el gasto público en partidas consideradas básicas del Estado de bienestar: sanidad, educación, y seguridad social.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido que Europa deberá "trabajar muy duro" si quiere mantener su sistema de bienestar social y al mismo tiempo ser globalmente competitiva. Para sobrevivir a la globalización, debe invertir más en investigación y educación, y reformar su sistema de impuestos y laboral para restaurar la competitividad. La cuestión es si es sostenible su actual modelo de Estado de bienestar. Según datos de 2010, las medidas de protección social fueron la mayor proporción de gasto público en toda la región, con una media del 19,9% del PIB. Los gastos sociales han crecido en las últimas décadas, por las nuevas realidades que impone la sociedad moderna y por efecto de los cambios demográficos. Ha disminuido el ciclo vital activo de los ciudadanos y aumentado su ciclo vital pasivo, provocando que el sistema de prestaciones sociales del Estado esté sostenido por cada vez menos personas que trabajan, ante un número cada vez mayor número de jubilados. Además, con la actual crisis, el aumento de los parados ha incrementado los pagos de subsidios por desempleo.

Unos expertos sostienen que una las principales dificultades a la que se enfrenta el Estado de bienestar europeo es la ineficiencia del sistema fiscal a la hora de recaudar los impuestos de los ciudadanos, que debilitan su financiación, junto con una falta de compromiso en la defensa del modelo social europeo. Para otros, las políticas y prestaciones sociales públicas no desaparecerán en estos países, si bien su nivel de protección será bastante menor, y el carácter gratuito de muchos servicios públicos, incluidos los asistenciales, no va a estar garantizado de forma generalizada. Algunos vaticinan que uno de los cambios más importantes tendrá que ser en el sistema de pensiones, creando un modelo donde estas dependan más de las contribuciones y sea más capitalizado. Los subsidios por desempleo deberían cambiar y bajar en España, ya que son un problema grave, pero no se puede hacer con unas tasas de paro tan elevadas.

Los problemas identificados son más serios en países con problemas demográficos más agudos y con déficits de educación e innovación que los hacen menos productivos, como España e Italia. Los nórdicos, que hicieron las grandes reformas en los 90, deben ser los ejemplos a seguir para el resto de Europa. El universalismo es una de las características principales de su modelo de Estado de bienestar. Hay un acceso más generalizado y con menos condiciones a las prestaciones sociales, y se sostiene con altos niveles de impuestos y elevadas contribuciones sociales del empleado y empleador. Sus servicios son eficientes y de alta calidad. La cuestión es que para tener ese modelo, hay que estar dispuesto a soportar altos niveles de presión fiscal, y la historia demuestra que no es fácil trasladar instituciones de un país a otro, siendo necesario adaptarlas a las situaciones locales. Sí todos coinciden en rechazar el modelo de protección social establecido en EUA, caracterizado por el alto nivel de privatización y liberalización de los servicios.




Este es el resumen del artículo "La crisis obligará a reformar y mejorar el Estado de bienestar europeo" publicado en Marzo 19, 2013 en la revista Knowledge @ Wharton.

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