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Grandes expectativas | 
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| En la provincia de Hunan de la Rep煤blica Popular de China durante el pasado mes de agosto, Tang Hui era sentenciada a 18 meses a servir en un campo de trabajos forzados. Su crimen fue el de exigir unas sentencias m谩s severas para los hombres que hab铆an secuestrado y violado a su hija de 11 a帽os de edad. En tiempos pasados, la Srta. Tang simplemente habr铆a desaparecido. En la era del microblog, miles de personas enfurecidas de clase media tomaron su caso. La Srta. Tang fue liberada, y a principios de enero de este a帽o el gobierno anunci贸 que el sistema de trabajos forzados ser铆a reformado.
Durante el mismo mes de enero en Cant贸n, y presuntamente bajo las 贸rdenes del jefe de propaganda provincial, un editorial en el Southern Weekend, un diario reformista, fue alterado antes de su publicaci贸n. La versi贸n original hac铆a un llamado para un mayor respeto hacia los derechos amparados por la Constituci贸n de China. La versi贸n enmendada alababa al Partido Comunista y sistema pol铆tico de China. Algunos empleados del Southern Weekend hicieron un llamado a la huelga y los seguidores protestaban a las afueras de las oficinas en Cant贸n, entonando esl贸ganes pol铆ticos de una 铆ndole raramente escuchada en las calles chinas desde 1989.
En ambos casos, los funcionarios quebrantaban lo que estaba establecido en la Constituci贸n de China. No hay nada nuevo en eso. Los funcionarios se comportaban como siempre se han comportado los funcionarios. Lo que ha cambiado son las expectativas de la gente. Los ciudadanos chinos ya no pueden ser pacificados mediante crecimiento econ贸mico y esl贸ganes. Ellos desean un cambio pol铆tico. La manera en que se las arregle Xi Jinping, el nuevo l铆der de China, para manejar esta creciente presi贸n determinar谩 su futuro y el de su pa铆s.
El sistema judicial y la libertad de prensa son las razones fundamentales para el descontento popular. El sistema de reforma mediante trabajo, mejor conocido como laojiao, fue establecido en 1957 bajo el mandato de Mao Zedong. 脡ste funciona de manera diferente del sistema principal de prisiones y campos de trabajos forzados cuyos reclusos han pasado por el sistema judicial. Establecidos con el fin de encargarse de los 鈥渃ontra-revolucionarios鈥, los campos laojiao se reservan ahora para los que cometen cr铆menes menores, prostitutas y peticionarios que averg眉encen al gobierno. Las personas pueden ser encerradas ah铆 sin ser juzgadas por un lapso de hasta cuatro a帽os. Se dice que hay alrededor de 160.000 detenidos e incluso, posiblemente a煤n m谩s.
No est谩 claro a煤n cu谩n serios sean los planes para efectuar reformas. El microblog de un experimentado periodista legal cit贸 a un alto funcionario legal decir que el gobierno no 鈥渄ejar铆a de utilizar鈥 el sistema laojiao por el per铆odo de un a帽o. Horas m谩s tarde, sin embargo, Xinhua, la agencia de noticias del estado, reportaba que el sistema ser铆a reformado, pero no abolido. Las anteriores promesas acerca de las reformas no han llegado a nada; e incluso si a los detenidos se les permitiera contratar a un abogado y a una audiencia judicial, el sistema legal de China les ofrece pocas protecciones a los acusados. Aun as铆, muchos analistas se encuentran con grandes expectativas.
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Este es el resumen del artículo "Grandes expectativas" publicado en Enero 12, 2013 en la revista The Economist.
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