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El ELN no quiere perderse las conversaciones de paz



Revista: The Economist
Tema: Negocios en Colombia
Fecha: Enero 26, 2013
Cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero más fuerte del país, quería convencer al gobierno que buscaban seriamente retomar las conversaciones de paz, trataron de probar sus buenas intenciones renunciando al secuestro y declarando una tregua de dos meses. El segundo grupo guerrillero más fuerte, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha adoptado la estrategia opuesta: molestos por no haber sido incluidos en las negociaciones, iniciaron una campaña de ataques para establecer su relevancia.

La ELN secuestró en enero a cinco empleados de la canadiense Braeval Mining Corporation y ha bombardeado un par de veces oleoductos en lo que va de año. Con las declaraciones de sus líderes han dejado claro que estos ataques son para llamar la atención.

Desde mediados de los 60 la ELN y las FARC han mantenido guerras paralelas contra el estado colombiano. Ambos grupos tienen ideología marxista y se financian por medio de secuestros y narcotráfico, pero tienen una larga trayectoria de desconfianza mutua. Mientras las FARC comenzaron como una organización campesina, han adoptado doctrinas al estilo soviético y mantienen una estructura militar estricta, el ELN fue fundado por estudiantes universitarios, trabajadores petroleros y curas que seguían la Teología de la Liberación, y mantiene lazos cercanos con Cuba. Algunos informes sugieren que comandantes del ejército y el ELN han acordado enfrentar juntos a las FARC en ciertas parte de Colombia.

El presidente Santos ha sido cuidadoso en no darle al ELN el reconocimiento que ellos quieren. Su delegación a las conversaciones de paz fue rechazada. El gobierno teme que la reducida agenda con las FARC – enfocada en terminar con el conflicto armado – sea diluido por el ELN, que tradicionalmente ha exigido discutir todos los problemas del país. Adicionalmente, las autoridades piensan que pueden incorporar los apenas 2.500 guerrilleros del ELN dentro del acuerdo que alcancen con las FARC, que cuenta con cerca de 9.000.

Ignorar al ELN, sin embargo, es un riesgo para Colombia. Es un grupo que tiene más fuerza política que militar.




Este es el resumen del artículo "El ELN no quiere perderse las conversaciones de paz" publicado en Enero 26, 2013 en la revista The Economist.

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