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¿Estresado de tanto trabajar? No es el único



En los últimos 50 años, las personas están dedicando más tiempo al trabajo y a las decisiones relacionadas con él, lo que es un desafío, ahora que la ubicuidad de la tecnología permite una comunicación constante, durante 24 horas al día los siete días de la semana. La mayoría no hemos crecido con esas herramientas y aún desarrollando la nueva habilidad de crear fronteras significativas entre el trabajo y otros espacios de la vida. La presión es mayor que nunca, sobre todo en EUA, debido a factores como la competencia global, la longevidad, los medios sociales y los valores materiales, además del cambio de una cultura fabril, que enfatizaba los resultados de la producción, a una empresarial, más volcada en las relaciones entre las personas, lo que transformó el éxito en algo dependiente de lo que los demás hacen. Si más trabajo significa más estrés, eso está generando algunas tendencias preocupantes. En primer lugar, no está ayudando a la productividad. Los trabajadores estresados participan menos, tienen niveles más elevados de absentismo y son menos productivos, según una encuesta. También se está investigando la relación entre el estrés extremo y el suicidio, debido al aumento de este último en las empresas.

Cualquier cosa en el ambiente laboral que frustre la motivación o la capacidad de hacer el trabajo, resultará en emociones negativas que llevan al estrés. Además, el estrés es contagioso y cuando las personas se “contagian” la emoción de otro, se apropian de ella y creen que ellas mismas están estresadas. Al igual que otras cosas contagiosas, el estrés tampoco es saludable. El estrés crónico reduce la producción de telomerasa, una enzima protectora del ADN, lo que desencadena el envejecimiento del cuerpo y otros problemas de salud. El estrés es malo para los negocios, para la economía y también para nuestros lazos sociales. Resentimiento y tensión producen problemas físicos y psicológicos incapacitantes. El problema más obvio para muchas empresas es conservar a sus empleados, pues las personas acaban dimitiendo.

Las empresas necesitan información y poner nombres a las cosas y Big Data puede ayudar en este caso. Una empresa emergente de San Francisco, creó una plataforma a medida que permite a los empleados registrar periódicamente cómo se están sintiendo, lo que ayuda a las empresas a tener una percepción en tiempo real de esto y a actuar sobre los datos obtenidos. Si pueden comprender qué tipos de condiciones y experiencias intensifican los tipos de presión a que las personas se ven sometidas en el trabajo, eso permitirá saber cómo mejorar las cosas. La dinámica de la ecuación trabajo-hogar está cambiando hacia la consecución de un mejor equilibrio, a pesar de un mercado laboral más hostil. Las empresas esperan más, pero un número mayor de personas está descubriendo cómo crear fronteras iguales y encontrando propósito en el trabajo y la vida en general. Los jóvenes quieren otra especie de acuerdo, y eso está alterando la dinámica del mercado laboral, principalmente en el extremo más sofisticado de la cadena de profesionales donde la competencia es intensa y las empresas están cambiando para dar más control a las personas. No es un cambio fácil, y tendría que ocurrir en varios niveles distintos.

Algunas empresas responden al estrés con beneficios como comidas gratuitas en espacios abiertos de reuniones, gimnasio y yoga en el lugar de trabajo. Algunas de estas cosas tienen un efecto medible para el alivio del estrés. Otras, podrían no tenerlo e incluso producir el efecto contrario al deseado, si los empleados no confiaran en la empresa o si fueran cínicos respecto a ella. No se puede tener un número insuficiente de empleados y resolverlo ofreciendo café y galletas gratis a las 4 de la tarde. Debe existir un clima generalizado y una amplia cultura de cuidar de forma real a las personas. Si la cultura empresarial es de amor compasivo (expresiones de apoyo a los empleados, compasión, ternura y afecto) se asocia a niveles más bajos de cansancio/estrés. Por lo tanto, una manera de reducir el nivel de estrés consiste en la creación, por parte de la gerencia, de una cultura en que los empleados se traten entre ellos con afecto y compasión.




Este es el resumen del artículo "¿Estresado de tanto trabajar? No es el único" publicado en en la revista Knowledge @ Wharton.

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