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Petr贸leo y agua de coco



Un gran productor petrolero que no puede pagar sus cuentas durante un prolongado auge de los precios del petr贸leo es un animal raro. Eso es exactamente en lo que Venezuela, el d茅cimo exportador de petr贸leo m谩s grande del mundo, se ha convertido gracias a una colosal mala administraci贸n econ贸mica. Al final del segundo trimestre fiscal, las cuentas de Venezuela vinculadas al comercio superaron los US$ 21 mil millones que tiene en la actualidad en activos en el extranjero, casi todos de los cuales son en oro o dif铆ciles de convertir en efectivo. M谩s de US$ 7 mil millones en amortizaciones de su deuda financiera se vencieron en octubre. El Gobierno insiste en que tiene los medios y la voluntad para pagarles a los obligacionistas. Algunos observadores esperaban que 茅ste dejara pasar la fecha l铆mite. Aun as铆, la temida palabra "default" se ha puesto muy de moda.

Incluso si permanece al d铆a con sus cuotas, Venezuela est谩 atrasada con otras deudas. A principios de septiembre, dos economistas venezolanos de Harvard, Ricardo Hausmann y Miguel 脕ngel Santos, causaron un gran revuelo al criticar la decisi贸n del gobierno de seguir pag谩ndole religiosamente a los obligacionistas mientras les debe miles de millones a proveedores de alimentos, medicinas y otros suministros vitales. Ambos escribieron en Project Syndicate, una p谩gina web, que "incumplir con 30 millones de venezolanos en lugar de Wall Street es una se帽al de quiebra moral [del gobierno]". El Presidente Nicol谩s Maduro calific贸 al Sr. Hausmann de ser un "sicario financiero" y lo amenaz贸 con llevarlo a juicio.

Incluso peor que la inflaci贸n en Venezuela es la escasez. El banco central dej贸 de publicar las cifras mensuales de escasez a principios de este a帽o, pero las estimaciones independientes sugieren que m谩s de un tercio de los art铆culos de primera necesidad se encuentran ausentes de los estantes. Seg煤n Freddy Ceballos, presidente de la federaci贸n de farmacias (Fefarven), seis de cada diez medicamentos no se encuentran disponibles. La lista va desde analg茅sicos b谩sicos, tales como el paracetamol, hasta tratamientos para el c谩ncer y VIH. Un inesperado efecto secundario ha sido un fuerte aumento en la demanda de agua de coco, la misma que los venezolanos suelen comprar para mezclar con whisky. Hoy en d铆a se busca m谩s por sus supuestas propiedades antivirales y antibacterianas.

Este desastre es un reflejo no solo de la dependencia de importaciones y escasez de d贸lares, sino tambi茅n de la mala administraci贸n de la industria nacional. Algunos productores de alimentos han sido nacionalizados; los controles de precios a menudo dejan a los fabricantes operando con p茅rdidas. Algunos incrementos de precios han sido autorizados recientemente, aunque los fabricantes dicen que es imposible mantener la producci贸n normal con pol铆ticas pendulares. Por su parte, el gobierno le echa la culpa a lo que 茅ste denomina "guerra econ贸mica" y al contrabando. 脡ste ha establecido un cierre nocturno de la frontera con Colombia y planea tomar las huellas dactilares de los consumidores para evitar las compras "excesivas".

Las perspectivas de un cambio de curso son sombr铆as. A principios del mes de septiembre, el Sr. Maduro reemplaz贸 al vicepresidente para el 脕rea Econ贸mica, Rafael Ram铆rez, con un general del ej茅rcito; el Sr. Ram铆rez adem谩s perdi贸 su trabajo como presidente de PDVSA en la reorganizaci贸n y fue designado en la Canciller铆a. PDVSA no ha prosperado bajo el mando del Sr. Ram铆rez. Las exportaciones de petr贸leo han ca铆do en m谩s de un 40% desde 1997 debido a la falta de inversi贸n, contrarrestando los beneficios de los aumentos de precios. No obstante, el Sr. Ram铆rez fue visto como el 煤nico hombre en el gabinete ejecutivo que argument贸 en favor de la unificaci贸n del tipo de cambio, un recorte en los subsidios a los combustibles y frenar la creciente oferta de dinero.

Las calles de Venezuela est谩n m谩s tranquilas ahora que a principios de 2014, cuando los enfrentamientos entre manifestantes de la oposici贸n y las fuerzas del gobierno dejaron m谩s de 40 muertos. La reorganizaci贸n parece haber fortalecido la posici贸n del Sr. Maduro. Los obligacionistas pueden seguir cobrando. Pero el precio de la supervivencia de la revoluci贸n parece ser la muerte lenta de Venezuela.




Este es el resumen del artículo "Petr贸leo y agua de coco" publicado en en la revista The Economist.

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