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驴El final del asunto? | 
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| Una muchedumbre en ebullici贸n salud贸 a la presidenta de Argentina, Cristina Fern谩ndez de Kirchner, cuando lleg贸 al Congreso el 1掳 de marzo para decir su 煤ltimo discurso sobre el estado de la uni贸n. Ten铆an razones para vitorear. Unos d铆as antes, el discurso de un juez federal, Daniel Rafecas, descart贸 los alegatos de que Fern谩ndez y sus funcionarios hab铆an obstruido una investigaci贸n sobre el ataque terrorista m谩s mortal de Argentina. Esa decisi贸n no termin贸 con la saga que ha sacudido a Argentina desde enero. Alberto Nisman, un fiscal federal, la comenz贸, alegando que Fern谩ndez hab铆a ofrecido dar refugio a iran铆es sospechosos de complicidad en el ataque con bombas a un centro jud铆o en Buenos Aires en 1994. En agradecimiento, Ir谩n le vender铆a petr贸leo a Argentina. Horas antes de presentar este reclamo al congreso, Nisman fue encontrado muerto en su ba帽o producto de una herida de bala. El 4 de marzo, Gerardo Pollicita, el fiscal que est谩 ahora a cargo del caso, puso una apelaci贸n contra la decisi贸n de Rafecas.
A pesar de todo, Fern谩ndez ha obtenido una importante victoria. En un fallo torpemente elaborado, Rafecas catalog贸 la protesta de 300 p谩ginas de Nisman (basada mayormente en grabaciones de oficiales de bajo rango) como 鈥渁larmante鈥 por su mala calidad. No encontr贸 prueba alguna de que el gobierno le haya pedido a la Interpol cancelar las 贸rdenes judiciales para el arresto de los sospechosos iran铆es, pues el jefe de la agencia declar贸 no haber recibido tal petici贸n. No existe 鈥渘i la m谩s m铆nima evidencia鈥 para justificar seguir adelante con el proceso, concluy贸 Rafecas. Aunque Fern谩ndez ha designado a parte del tribunal, ser铆a dif铆cil descartar a Rafecas como un t铆tere presidencial. 脡l enoj贸 al gobierno ordenando un registro del apartamento del vicepresidente en una investigaci贸n de sus negocios con una compa帽铆a de impresi贸n de dinero, y tiene tambi茅n el respeto de la comunidad jud铆a argentina. Escribi贸 un libro sobre el Holocausto y habl贸 en el reconstruido centro jud铆o en el 17 aniversario del ataque. Aun as铆, su decisi贸n no ha aclarado el ambiente pol铆tico. La oposici贸n la califica de precipitada, y obsequiosa en su tono hacia la presidenta. Seg煤n sus cr铆ticos, descartando los cargos de Nisman solo seis d铆as h谩biles despu茅s de tomar el caso, Rafecas perdi贸 la oportunidad de investigarlo a profundidad.
Tales discusiones no influyeron en el 谩nimo de Fern谩ndez o de los kirchneristas reunidos fuera del congreso. En un discurso de casi cuatro horas, ella adorn贸 los ocho a帽os de su mandato, caracterizado m谩s que nada por los desaf铆os. Durante su mandato, Argentina ha estado irritable hacia los intereses de afuera y los inversionistas; en casa, ella no ha sido d贸cil ante sus rivales. Argentina evadi贸, en lugar de pagar totalmente, a una minor铆a de poseedores de bonos, en 2014, a los que ella llam贸 鈥渃hupasangres鈥. Es probable que este tono truculento contin煤e hasta que Fern谩ndez termine su mandato en diciembre. Hasta aqu铆, ella no ha apoyado a ninguno de los candidatos que la suceder谩n. El m谩s aliviado por la decisi贸n de Rafecas de exonerarla es probable que sea Daniel Scioli, anterior vicepresidente y actualmente gobernador de la provincia de Buenos Aires, que pertenece al partido de Fern谩ndez. Su tarea es ganarse a los kirchneristas sin alejar a los muchos argentinos que los condenan. Eso no ser谩 muy f谩cil.
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Este es el resumen del artículo "驴El final del asunto?" publicado en en la revista The Economist.
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