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En las tarjetas | 
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| Los detalles pueden variar. Los estadounidenses intercambian las tarjetas de presentaci贸n sobre la mesa. Los japoneses han convertido el intercambio de tarjetas en una ceremonia. Algunas tarjetas son discretas. Otras; por ejemplo, las del magnate chino Guangbiao Chen, incluyen mensajes tales como: "El fil谩ntropo m谩s importante de China" o "La persona m谩s influyente de China". Lo cierto es que el intercambio de tarjetas de presentaci贸n es un rito casi universal en el mundo comercial.
Las tarjetas de presentaci贸n han existido desde hace mucho tiempo de una manera u otra. Los chinos inventaron unas tarjetas en el siglo XV para anunciar una visita. Los mercaderes europeos inventaron las tarjetas comerciales en el siglo XVII, que funcionaban como anuncios publicitarios. Pero para los tecnout贸picos, este intercambio de rect谩ngulos de papel no tiene ning煤n sentido cuando es posible intercambiar datos de un tel茅fono inteligente al otro.
Sin embargo, todo indica que las tarjetas de presentaci贸n llegaron para quedarse. Y en cualquier reuni贸n es importante que nuestra tarjeta resalte. Los intentos de inventar tarjetas para el mundo digital han fracasado una y otra vez. Incluso en las reuniones de Silicon Valley las tarjetas de papel pasan de mano en mano.
Y es que no cabe duda de que las tarjetas de presentaci贸n son muy 煤tiles. Son una buena manera de establecer r谩pidamente una conexi贸n, sobre todo en Asia, donde se han vuelto casi una obsesi贸n. Las tarjetas tambi茅n nos permiten recordar que hemos conocido a alguien en particular. Adem谩s, cuando revisamos entre las tarjetas que nos han dado, podemos recordar cosas que de otro modo se nos pasar铆an por alto.
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Este es el resumen del artículo "En las tarjetas" publicado en en la revista The Economist.
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