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Una espectacular ca铆da | 
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| Nuevamente el FMI enfrenta una dif铆cil decisi贸n en un peque帽o pa铆s latinoamericano: antes de que termine el a帽o debe establecer si permitir谩 la renegociaci贸n de un programa de pr茅stamos por US$ 600 millones firmado en agosto y suspendido en octubre, luego de que el gobierno sin anunciar pag贸 una cantidad similar para renacionalizar las dos principales empresas de electricidad del pa铆s.
Rep煤blica Dominicana ha sufrido una espectacular ca铆da de su econom铆a. Entre 1996-2000, creci贸 un 7% por a帽o, gracias al turismo y a la producci贸n de algunas plantas libres de impuestos establecidas en la isla. Luego el crecimiento ces贸 con el del resto del mundo y el gobierno de Hip贸lito Mej铆a, que tom贸 el mando en el 2000, respondi贸 con mayor gasto p煤blico financiado por organismos internacionales que llevaron al d茅ficit. La ca铆da mostr贸 tambi茅n un masivo fraude bancario que ha golpeado al pa铆s (el pasado abril, el banco central tom贸 el control de Baninter, el tercer banco comercial m谩s grande descubriendo un desfalco en las cuentas de casi US$ 2,4 billones equivalentes al 12-15% del PIB. El due帽o de la instituci贸n, Ram贸n B茅ez, est谩 en custodia esperando por juicio. Pero los dominicanos dudan de que la penalizaci贸n por el colapso del banco sea una medida para detener este tipo de delito. B茅ez est谩 muy bien relacionado y ha recibido regalos y visitas en la c谩rcel de pol铆ticos, oficiales y jueces) El banco central mostr贸 tambi茅n una generosidad similiar. Cuando tom贸 el Baninter, por ley s贸lo debi贸 haber compensado a los depositantes hasta por montos de 500.000 pesos pero en lugar de ello, garantiz贸 todos los montos incluyendo fondos en el exterior.
Los dominicanos pronto sentir谩n el costo de tal acci贸n, cuando el gobierno apriete para tener sus finanzas bajo control. Para cerrar la brecha fiscal, Mej铆a ha acudido a un 5% de impuestos en exportaciones y turismo, un 2% de recargo a la importaci贸n y un impuesto a las transacciones financieras. Mientras, los empresarios se niegan a pagar m谩s tributos hasta que el gobierno recorte su gasto. Mej铆a por su parte, piensa pol铆ticamente. Aunque no es popular, busca la reelecci贸n para un segundo mandato en los pr贸ximos comicios de mayo. Quienes lo apoyaban en las clases menos favorecidas se han visto afectados por el colapso del peso, el cual perdi贸 la mitad de su valor frente al d贸lar el a帽o pasado y llev贸 la inflaci贸n al 35%. Los cortes o fallas de electricidad se han vuelto m谩s frecuentes. M谩s de 20 personas han muerto en enfrentamientos con la polic铆a durante protestas por la subida de los precios y el desempleo.
Quienes protestan acusan tambi茅n al FMI, aunque deber铆an dirigir su descontento a Mej铆a. Los recursos que el Fondo otorgue a Rep煤blica Dominicana en los pr贸ximos meses seguramente ser谩n gastados en campa帽as de pre elecciones. Hasta que los pol铆ticos den muestras de asumir la responsabilidad de sus actos, ser谩 dif铆cil determinar por qu茅 pueden merecer alguna ayuda del organismo internacional.
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Este es el resumen del artículo "Una espectacular ca铆da" publicado en Diciembre 13, 2003 en la revista The Economist.
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