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No puedo dormir



Revista: Business Week
Tema: Industria de la salud
Fecha: Enero 26, 2004
Autor(es): Arlene Weintraub
El insomnio y otros desórdenes del sueño afectan la salud y la economía. Por tal motivo, las empresas farmacéuticas están viendo en el insomnio una oportunidad de negocios. Más de 82 millones de norteamericanos sufren de algún tipo de desorden ligado al sueño. Sólo un bajo porcentaje logra las recomendadas ocho horas de descanso de acuerdo con un sondeo de opinión de la Fundación Nacional del Sueño. El insomnio aumenta el riesgo de depresión, alcoholismo y obesidad. Una gran parte de la fuerza laboral confiesa que tiene problemas de concentración en su trabajo después de una noche sin dormir. Entre los afectados hay: pilotos, policías y médicos, quienes admiten cometer errores bajo estados de privación de sueño. Esto repercute en la economía con una pérdida anual de US$ 45 billones en cuentas de salud y gastos relacionados con accidentes de tránsito.

La empresa de investigación de mercados Decision Resources Inc. estima que no más del 40% de los insomnes se diagnostica, y sólo la mitad de ellos son tratados con drogas prescritas. El mercado de estas últimas representa unos US$ 2 billones al año (en su mayoría gastados en un sólo producto, Ambien) con la posibilidad de incrementarse hasta US$ 5 billones. Las empresas consideran una tarea mesiánica convencer a los afectados de que el insomnio es una afección grave y que, además, puede ser tratado con fármacos que no producen efectos secundarios (normalmente, estos fármacos han sido asociados con adicciones, depresión y el suicidio).

Con el tiempo, es mucho lo que se ha aprendido sobre el sueño humano. Durante el sueño, se libera la hormona del crecimiento, facilitando la reparación de células y la restauración de la energía. La falta de sueño desordena el metabolismo, haciendo que los insomnes sean más proclives a enfermedades. Algunos estudios han demostrado una posible conexión entre obesidad e insomnio, ya que este último produce una caída en los niveles de leptina, la hormona que controla el peso corporal.

Apoyados en esta información, la empresa Neurocrine Biosciences Inc. ha creado un fármaco llamado Indiplon que espera por la aprobación de la FDA para principios de este año. Sin embargo, la FDA siempre ha clasificado estos medicamentos como adictivos, aunque en realidad algunos no lo sean.

Pero la FDA no es la única preocupación de los fabricantes. Es necesario, además, convencer a los insomnes de que tomar píldoras para dormir no acarrea ningún peligro colateral. Sepracor, Neurocrine y Pfizer Inc. ya están preparando estrategias en este sentido. Los analistas consideran que el mercado de este tipo de medicamentos podría llegar al US$ 1 billón de dólares al año.




Este es el resumen del artículo "No puedo dormir" publicado en Enero 26, 2004 en la revista Business Week.

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