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Cabezas en alquiler



Revista: Inc
Tema: Emprendedores
Fecha: Abril 2004
Autor(es): Suzanne McGee
Cada año, miles de profesionales dejan sus cómodos puestos de trabajo para volverse consultores. La idea es convertir años de contactos y experiencia en un negocio propio. ¿Qué tan difícil puede ser comenzar algo así? Tal vez más de lo que muchos piensan. Los consultores tienen un ojo muy bien entrenado para asuntos estratégicos que escapan a la vista de otros gerentes, pero pídales que cambien la tinta de una impresora y verá lo que pasa. Tal vez el mayor problema que enfrentan los consultores que deciden emprender un negocio propio, es que necesitan desempeñar una serie de tareas mundanas que normalmente delegan a otros. Se dan cuenta de que no necesitan la infraestructura corporativa para lo que hacen, pero también descubren el tiempo que dicha infraestructura les ahorra a la hora de enfocarse en lo realmente importante.

Lo ideal es salir del puesto de trabajo en el que se está con uno o dos clientes en espera. Si se juegan bien las cartas, el primer cliente sería el propio ex empleador. Hace unos doce años, Bob Blackwell dejó su empleo en IBM para comenzar con su propia firma, Blackwell Consulting Services. Cuando uno de los principales clientes supo de sus intenciones, Blackwell sugirió que su nueva empresa fuera retenida como subcontratante. En los primeros quince meses, IBM generó más de US$ 2 millones en cuentas. Pero Blackwell sabía que se tenía que diversificar. En el segundo año, mientras los negocios de IBM caían a US$ 600.000, él obtuvo dos nuevos clientes. Para su cuarto año, IBM se había desvanecido, pero Blackwell Consulting tenía US$ 8 millones en ganancias.

Un consultor inteligente nunca descansa. Hasta en sus días más ocupados, no puede decir que no a un cliente. Incluso más retadora es la constante lucha por actualizar y redefinir las ofertas. Después de todo, el éxito en la consultoría es el arte de identificar los problemas de un cliente antes incluso de que él sepa que existen.




Este es el resumen del artículo "Cabezas en alquiler" publicado en Abril 2004 en la revista Inc.

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