Google
Por Tema

Por Revista

Marzo 2016
Febrero 2016
Enero 2016
Diciembre 2015 libre
Noviembre 2015 libre
Octubre 2015 libre
Septiembre 2015 libre
Agosto 2015, Q2 libre
Julio Agosto 2015 Q1 libre
Julio 2015, Q1 libre
Junio 2015, Q2 libre
Mayo Junio 2015 libre
Mayo 2015, Q1 libre
Abril 2015, Q2 libre
Abril 2015, Q1 libre

Pruébenos gratis
Suscríbase
¿Cómo funciona?
Preguntas frecuentes
Sobre nosotros
Atención al Cliente



Por qué China no derribará la muralla



Revista: Fortune
Tema: Negocios con China
Fecha: Mayo 17, 2004
Autor(es): Clay Chandler
Los inversores globales que el pasado diciembre clamaban por adquirir acciones en China, están cambiando su interés por la oferta pública de acciones (OPA) de ese país. Los analistas temen, en general, una crisis que abra el paso a una recesión. Alan Greenspan ha advertido al Congreso que los problemas en China podrían repercutir en Estados Unidos.

China se está recalentando. Jonathan Anderson, economista de UBS Securities, en Hong Kong, especifica las diferencias entre estos períodos de recalentamiento, cuando las economías crecen a tasas que no se pueden mantener, y las burbujas, cuando los precios de los activos y la capacidad productiva se elevan mucho más allá de la demanda, potenciando el riesgo de un colapso repentino. En China está teniendo lugar la primera situación. El escenario más probable es que China optará por un crecimiento más lento, de un 11,5%, el año pasado, a uno más sustentable de 7,5% en el 2005.

Un retraso de esa magnitud no representa muy buenas noticias para gigantes como Motorola y General Motors, que han dedicado grandes fondos a establecer fábricas en ese país, o para bancas de inversión como Morgan Stanley y Goldman Sachs, que han estado proyectando sus ganancias sobre la OPA china. Tampoco satisface a vecinos como Japón, uno de los principales exportadores hacia ese país. El sentimiento hacia China cambió cuando se dieron a conocer las cifras del crecimiento del 2003. Los pesimistas también objetaron el aumento de la inversión de activos fijos y la medida agregada de gastos de capital por parte del Gobierno y las empresas. En marzo, este gasto pasó a un 43% más que el año pasado. Este escenario recordó a muchos cuando, en los años 90, el crecimiento y la inflación llevaron al Primer Ministro Zhu Rongji a manejar la economía bajo el control de préstamos de bancos estatales. Las restricciones funcionaron pero a un gran costo. Los precios de las propiedades bajaron, quienes habían optado por el crédito no pudieron cumplir, y millones de chinos perdieron sus trabajos. El economista de Morgan Stanley, Andy Xie, explica que China es ahora un desastre más grande. Los bancos han incurrido en malos préstamos, y los sucesores de Zhu cuentan con menos medidas para gerenciar. Xie advierte sobre la burbuja con epicentro en Beijing y Shanghai, la cual ve como el elemento director del apetito insaciable de China por: petróleo, acero, aluminio y cemento. Cuando la burbuja explote, los efectos serán terribles.

Pero, al parecer, estos temores son lejanos, ya que la economía de China ha pasado por transformaciones radicales en la última década. Su admisión en la OMC ha abierto nuevos mercados para las exportaciones. Se ha estimulado el desmantelamiento de empresas de propiedad del Estado. China tiene una gran red de vías de comunicación y la población tiene ahora la posibilidad de adquirir un automóvil. A pesar del crecimiento rápido, el país no peligra por la inflación. El índice de precios al consumidor permanece por debajo del 3%, a diferencia de 1990, cuando llegó a 22%. Adicionalmente, a diferencia de Zhu, que esperó demasiado para imponer medidas restrictivas, los líderes actuales se están moviendo rápido.

En teoría, Beijing ha abandonado el control de precios y centralizado metas de producción. El problema es que, China, a mitad de camino entre la planificación central y la economía de mercado, tiene todavía que desarrollar mercados de capital real para regular el crédito en ausencia de las intimidaciones del Gobierno. Beijing ha encontrado algo difícil: imponer la disciplina en el espectro de bancos controlados por los gobiernos de la provincia, donde se imponen los pequeños feudos de poder. Pese a todo, Beijing ha mejorado admirablemente. El crecimiento de China puede que se haya hecho más lento, pero por ahora parece mantenerse en el camino correcto.




Este es el resumen del artículo "Por qué China no derribará la muralla" publicado en Mayo 17, 2004 en la revista Fortune.

Vea otros artículos publicados en Fortune u otros artículos sobre Negocios con China.

deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.



 

Copyright 2003-2024 por Meltom Technologies Inc