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La compañía venida a menos



Revista: Fast Company
Tema: Gerencia en Crisis
Fecha: Junio 2004
Autor(es): Kerry J. Sulkowicz
El estilo de los micro gerentes es bastante particular, algunos se dedican a decir a los empleados cuándo comer, qué deben tener en sus escritorios o con quién deben hablar. Ambicionan el control, y no tenerlo los vuelve ansiosos. Creen que sus habilidades son únicas y su inseguridad fundamental debilita el desarrollo de sus empleados, lo cual es finalmente desmoralizante y malo para la empresa.

Es peor cuando el micro gerente es dueño de la empresa. Si no se puede seguir su estilo y se debe dejar el empleo lo mejor es mencionar la necesidad particular de crecer o la preocupación sobre la moral del departamento. A nadie le gusta oír que es un controlador, es mejor apelar al ego del líder más que criticarlo. Si esta táctica no tiene resultados se debe recurrir al apoyo de los otros dueños. Si aún tampoco se soluciona el conflicto hay que preguntarse si el empleado y no el gerente será a fin de cuentas la causa del conflicto, si se le están dando razones para que actúe de la manera en que lo hace.

El otro estilo es el de la jefa seductora. Cuando el empleado ha ido a tomar algo con ella después del trabajo, ha dejado en claro que está disponible. Ella se muestra peligrosa pero tentadora. ¿Cuál es la actitud del empleado? La psicología del seductor y del seducido abarca más de lo aparente. En este caso, el poder de la dinámica, la fantasía de tener sexo con el jefe, puede ser el conductor real y puede representar el deseo de la infancia de querer controlar a la madre. Bajo este dilema habría que preguntarse si se está dispuesto a la explotación o al acoso.

No se trata de moralizar pero cabe la pregunta: ¿aparte de tratar de dominar alguna especie de experiencia traumática que se tuvo en algún momento con alguna figura de autoridad, podría ser también que vivir esta fantasía se traduciría en distracción de lo que se supone se debería estar haciendo en la oficina? La apuesta es a que la jefa luzca más sexualmente abierta y libre de lo que en realidad es. Su comportamiento es una defensa en contra de temores subyacentes en torno a la intimidad o incluso acerca de su competencia en el trabajo. ¿El consejo? Disfrute lo que ve, pero vaya a trabajar.




Este es el resumen del artículo "La compañía venida a menos" publicado en Junio 2004 en la revista Fast Company.

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