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Brasil, Argentina y el dilema del prisionero |
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| Tanto Brasil como Argentina obtienen beneficios de la coordinación de sus polÃticas monetarias, pero ganarÃan mucho más si fusionaran sus dos monedas. Y es que, si bien ambos ganan mucho cuando sus monedas son estables, los dos sufren cuando pasan por perÃodos de inestabilidad. Para relaciones como ésta, los académicos en el campo de la teorÃa de juegos tienen un nombre: el dilema del prisionero. El dilema, en su clásica forma, consiste en dos ladrones capturados por la policÃa que son interrogados separadamente. Cada uno sabe que si los dos se mantienen en silencio, ambos saldrán libres, porque la policÃa no tiene suficiente evidencia para acusarlos. La policÃa, sin embargo, dice a cada ladrón que el otro le está dando información incriminatoria. Y les ofrece a ambos una compensación por acusar al otro. Bajo este esquema, lo más común es que ambos ladrones entreguen evidencia contra el otro y los dos reciban largas condenas.
Al diseñar sus polÃticas monetarias, Brasil y Argentina usualmente enfrentan un dilema que se asemeja al de los prisioneros. Cada paÃs tiene buenas razones para seguir polÃticas prudentes, para su propio beneficio a largo plazo y por el beneficio que le generarÃa a su vecino. Pero cada paÃs enfrenta, además, la tentación de soltar las restricciones y perseguir agresivas polÃticas de expansión fiscal y monetaria. Tarde o temprano, alguno sucumbirá a la tentación y logrará una breve expansión de poco beneficio frente al daño causado en el paÃs vecino.
No obstante, Brasil y Argentina pueden unirse irrevocablemente de manera que ninguno pueda lanzar una expansión monetaria en un paÃs, sin que el otro paÃs haga lo mismo simultáneamente y en la misma magnitud. Para ello, deben ceder sus manejos monetarios a una autoridad central, a un banco central regional. Después de esta unificación, ninguno de los dos paÃses podrÃa tener una polÃtica monetaria distinta a la del otro. Y los analistas verÃan mayor estabilidad monetaria, porque ninguno podrÃa inflar artificialmente su moneda.
En los dos paÃses, el balance de la opinión pública parece estar moviéndose hacia la unificación. En el pasado, los gastos públicos comúnmente inducÃan a los Gobiernos a disfrutar de breves burbujas de actividad económica, a cambio de perjudicar al paÃs vecino y de generar inestabilidad en los mercados financieros. Ahora que hay un creciente número de tenedores locales de acciones y bonos, a medida que los mercados financieros se profundizan, su voto cuenta.
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Este es el resumen del artículo "Brasil, Argentina y el dilema del prisionero" publicado en Julio 2004 en la revista América EconomÃa.
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