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El m茅rito de Lula | 
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| Cuando en el 2002, Luiz In谩cio Lula da Silva asumi贸 la presidencia, ten铆a dos opciones, o pagar la deuda p煤blica o evadir parte del compromiso y dejar que la inflaci贸n erosionara su valor real. El mandatario opt贸 por la segunda y argument贸 que Brasil necesitaba un cambio en su pol铆tica econ贸mica. Conjuntamente con su ministro de Finanzas, Ant么nio Palocci, decidi贸 imponer un esquema riguroso de pagos de la deuda p煤blica y control de las pol铆ticas monetarias y fiscales. Brasil tuvo en consecuencia una recesi贸n corta y suave. Argentina, en cambio, prefiri贸 pagar la deuda externa y tuvo una subsiguiente y veloz recuperaci贸n econ贸mica. La popularidad de Lula decay贸 en su momento mientras que Kirchner logr贸 aclamaci贸n popular.
Pero, ahora, el panorama luce diferente. La recuperaci贸n de Argentina ha comenzado a hacerse lenta (se ha hablado de suspensi贸n de pagos al FMI y volver a nuevas negociaciones y replanteamientos). Aun cuando los movimientos de Kirchner sean adecuados, tendr谩 que contar con un gran poder de persuasi贸n para convencer a los inversionistas de que Argentina es un buen lugar para invertir. Lula, por su parte, est谩 comenzando a recoger los frutos de su rigurosidad econ贸mica.
Brasil logr贸 crecer en el segundo trimestre 5,7% en comparaci贸n con el mismo per铆odo el a帽o pasado. La inflaci贸n todav铆a preocupa (pero levemente ya que se sit煤a en 7%) y la deuda p煤blica est谩 lejos de ser un dolor de cabeza. El desempleo est谩 descendiendo y los salarios reales aumentando. Adem谩s, est谩 subiendo la evaluaci贸n del desempe帽o de Lula. La inversi贸n se ha incrementado. Y, lo m谩s importante, el crecimiento de Brasil luce m谩s sustentable que el de Argentina.
Tal vez, Brasil est茅 cambiando tambi茅n culturalmente, y haya dejado de ser un para铆so para los deudores para convertirse en un pa铆s donde existen garant铆as para los prestamistas. No obstante, existen tres peligros que este gigante debe tener en cuenta. Primero, su vulnerabilidad a los cambios bruscos de la econom铆a mundial (un aumento en las tasas de inter茅s estadounidenses podr铆a tener un efecto contundente). Segundo, el crecimiento podr铆a frenarse si el Gobierno no se ocupa con celeridad de algunos aspectos microecon贸micos (pobres v铆as de comunicaci贸n y puertos, altos impuestos, y una regulaci贸n gubernamental opresiva). Tercero, Brasil todav铆a tiene por delante muchos a帽os de pago de deuda.
驴C贸mo puede Brasil hacer este gran esfuerzo fiscal y a la vez satisfacer las necesidades sociales urgentes? Elevar los impuestos no es la respuesta acertada. Ya estos corresponden a casi 40% del PIB. De hecho, el Estado ya tiene un gasto bastante generoso en programas sociales. Lula puede sentirse orgulloso del camino que tom贸 al principio, ahora el reto es ayudar a los 60 millones de brasile帽os que viven en pobreza asegurando un crecimiento m谩s r谩pido y reformando el estado.
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Este es el resumen del artículo "El m茅rito de Lula" publicado en Septiembre 04, 2004 en la revista The Economist.
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