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El largo brazo del fracaso



Revista: Business Week
Tema: Fraudes y estafas
Fecha: Noviembre 15, 2004
Autor(es): David Henry
Los abogados están demandando agresivamente en beneficio de las empresas en bancarrota para recuperar el dinero pagado a los acreedores. De esta suma, los profesionales de las leyes obtienen un porcentaje (generalmente 33%) de lo que recaban. Las acciones de preferencia, como las llaman, buscan reclamar el dinero que los deudores pagaron 90 días antes de que la empresa se declarara en bancarrota. Ellas están basadas en los viejos principios legales de que ningún acreedor debería recibir trato preferencial, especialmente aquellos que se les pagó cuando la empresa estaba cerca de ir a la corte. Tales procedimientos legales se están volviendo cada vez más comunes. El año pasado totalizaron 60 mil, tres veces más que en 1999. La sucesión de bancarrotas en los últimos tiempos ha estimulado esta tendencia.

En consecuencia, los proveedores están volviéndose más suspicaces sobre el otorgamiento de crédito. De hecho, ya están dando más tiempo a los clientes para pagar. La amenaza de los juicios está rediseñando la política de crédito de las empresas. La tecnología también ha contribuido a que los abogados sepan de más casos en los cuales se puede iniciar una acción, y además ha hecho que se recorten dramáticamente el costo de las acciones de preferencia (algunos van tras cantidades tan pequeñas como US$ 500 en comparación con los US$ 10.000 que los abogados proponen como un límite mínimo para trabajar). Los proveedores dicen, por su parte, que estas operaciones son algo más que una extorsión legalmente sancionada. Los abogados que traen los casos dicen que están siguiendo estándares profesionales y usan la ley y la tecnología moderna para ayudar legítimamente a las empresas en bancarrota.

Por años se ha discutido el intento de reformar de la ley, para establecer un monto mínimo para los procesos legales, cambiando la carga de la prueba y recortando el período de recuperación de 30 a 90 días antes de entrar en un proceso de bancarrota. La reforma podría venir más rápido si se supiera exactamente cuánto dinero se recupera y por quién (bajo la ley actual). Los juicios generalmente quedan pendientes por años hasta que las empresas son liquidadas.




Este es el resumen del artículo "El largo brazo del fracaso" publicado en Noviembre 15, 2004 en la revista Business Week.

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