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¿Problemas con los caparazones?



Revista: Entrepreneur
Tema: Finanzas
Fecha: Diciembre 2004
Autor(es): David Worrell
Justo después de la primera oferta pública de Google, muchos dueños de empresas privadas están considerando vender públicamente las acciones de las mismas. Sin embargo, los legisladores y reguladores parecieran estar haciendo todo lo posible por sancionar leyes lo suficientemente estrictas como para que esto sea un gran problema.

De hecho, las normas de contabilidad y auditoría estipuladas por la ley Sarbanes-Oxley son tan costosas, que han despertado un nuevo interés en las llamadas “compañías públicas que no reportan”. Este tipo de compañías logran simplificar el proceso de volverse públicas a través de la compra de una compañía “caparazón” que ya ha sido vendida públicamente. Adquirir el caparazón de una compañía muerta le brinca a las compañías pequeñas la oportunidad de entrar al mercado de valores sin verse sujetas por la ley Sarbanes-Oxley o alguna otra regulación impuesta por la SEC. Al menos esa es la teoría.

En la práctica, sin embargo, la adquisición de estos caparazones y el usufructo que se puede obtener de ellos están plagados de riesgos. Como todos los caparazones, estas compañías se ven muy bien por fuera, pero están vacías por dentro: sin negocio ni operaciones. No está muy claro si adquirir una compañía caparazón es una oportunidad real o un dolor de cabeza. Según Stanley Moskowitz, abogado independiente, “ofrecer acciones con el control del caparazón es, por lo general, el preludio a una transacción ilegal”. La paradoja está en que comprar un caparazón para obtener dinero supone la venta de acciones; pero si se poseen las acciones, no se puede vender aquel.

Por otra parte, propiciar la venta y compra de acciones requiere de un promotor encargado. Pero acá surge otro problema. Los promotores son famosos por implementar estrategias que lo enriquecen a él, y no a la compañía, por lo que esta al final sufre los embates de la depreciación de sus acciones.




Este es el resumen del artículo "¿Problemas con los caparazones?" publicado en Diciembre 2004 en la revista Entrepreneur.

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