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Cubriéndose | 
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| Tanto los habitantes de Florida como las compañías aseguradoras han sentido un gran alivio después de que Arlene, la primera tormenta tropical de la temporada pasó sin mayores consecuencias. Los residentes del estado soleado y sus vecinos del sureste estadounidense se están recuperando aún del daño causado en el 2004 por el improbable paso de cuatro huracanes en seis semanas, lo que produjo una increíble marca de US$ 2,2 millones en pagos de seguros.
Después de todo, ¿debemos preocuparnos por las compañías aseguradoras de Estados Unidos? La respuesta es no: la industria de seguros está en su mejor momento tras pagar el año pasado la suma de US$ 27,3 mil millones en daños causados por desastres naturales (83% relacionados con huracanes). Según Robert Hartwig, del Instituto de Información sobre Seguros, la industria de seguros “ha experimentado su mayor recuperación en la historia reciente”. De hecho, el sector produjo ganancias cercanas a los US$ 5 mil millones en el 2004, la primera vez desde 1978.
Pero el cambio no sucedió de la noche a la mañana. En 1990, el paso del huracán Andrew, el terremoto de Northridge, los tornados, etc. Acorralaron a la industria. Luego sucedieron los ataques terroristas del 2001. Sin embargo, la industria está en su mejor momento.
Este sector se ha vuelto tan atractivo que ha despertado el interés en el exterior. Por ejemplo, Lloyd’s de Londres hace más de un tercio de sus negocios en Estados Unidos y espera incrementar su presencia en el sector a pesar de las pérdidas de US$ 2,3 mil millones del año pasado causadas por los huracanes.
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Este es el resumen del artículo "Cubriéndose" publicado en Junio 18, 2005 en la revista The Economist.
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