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Adictos al petr贸leo | 
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| El precio del petr贸leo afecta los costos de casi todo. No s贸lo determina el costo de ir al trabajo o de volar en las vacaciones, sino el costo del mobiliario, la comida o cualquier cosa que deba ser transportada desde la f谩brica hasta la tienda. Las tres pasadas recesiones econ贸micas fueron el producto de los altos precios del petr贸leo. Por tanto, deber铆a ser alarmante que el precio del petr贸leo se haya triplicado desde 2001. Sin embargo, la econom铆a mundial ha logrado soportar dicha situaci贸n: el PIB global est谩 creciendo vigorosamente y la inflaci贸n sigue siendo modesta.
Los dos principales motores del mundo, Estados Unidos y China (los mayores consumidores de petr贸leo), han mantenido sus econom铆as gracias a la implementaci贸n de medidas monetarias m谩s bien flexibles. De hecho, los altos precios del petr贸leo pueden ser considerados en parte una consecuencia de las bajas tasas de inter茅s. Los dos precios m谩s importantes en el mundo son: el precio del petr贸leo y el precio del dinero, que, por dem谩s, est谩n relacionados. Si las tasas de inter茅s son demasiado bajas, la demanda global aumenta, pero esto significa, a su vez, que los precios aumentar谩n, sobre todo si la capacidad de producci贸n est谩 en el l铆mite como hoy en d铆a.
Es f谩cil acusar a China por su gran demanda de petr贸leo, pero Estados Unidos contin煤a siendo el mayor consumidor: un cuarto de la producci贸n mundial de petr贸leo. Estados Unidos utiliza 50% m谩s petr贸leo por d贸lar del PIB que la Uni贸n Europea, pues los consumidores pagan menos. Dado que los precios de la gasolina han llegado a US$ 3 por gal贸n en algunas ciudades, ha habido ciertas quejas por parte de los consumidores. Sin embargo, el petr贸leo contin煤a siendo barato en Estados Unidos en comparaci贸n con Inglaterra y Alemania donde los precios de la gasolina han llegado a US$ 6 por gal贸n. La gran dependencia de petr贸leo de Estados Unidos no s贸lo hace que la econom铆a sea m谩s vulnerable ante una eventual interrupci贸n del suministro, sino que eleva los precios para el resto del mundo.
La mejor soluci贸n a largo plazo (tanto para Estados Unidos como para la econom铆a mundial) ser铆a elevar las tasas impositivas del petr贸leo en Estados Unidos. Pero hay pocas posibilidades de que esto suceda. Estados Unidos y China est谩n ebrios de petr贸leo. Mientras m谩s se tarden en cambiar sus h谩bitos, m谩s dif铆cil ser谩 la situaci贸n.
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Este es el resumen del artículo "Adictos al petr贸leo" publicado en Agosto 27, 2005 en la revista The Economist.
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