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La pesadilla utópica



Revista: Foreign Policy
Tema: Economía internacional
Fecha: Septiembre 2005
Autor(es): William Easterly
El presidente George Bush envió el ejército de Estados Unidos al Medio Oriente para imponer la democracia, los líderes del G8 están decididos a acabar con la pobreza, el Banco Mundial asegura que el desarrollo es el camino hacia la paz mundial, y el Fondo Monetario Internacional está tratando de salvar el ambiente. Estos son sueños muy atractivos en un mundo en el que miles de millones sufren. Pero, ¿las ambiciones utópicas son el mejor modo de ayudar a la gran mayoría pobre del mundo?

Desafortunadamente, no. De hecho, minan los esfuerzos por ayudar a los pobres del mundo. ¿Qué es el utopismo? Es prometer más de lo que se puede dar. Es darle una respuesta fácil a problemas complejos. Es tratar de resolver todo de una sola vez mediante un aparato administrativo encabezado por líderes mundiales. La utopía depende demasiado del altruismo y subestima la iniciativa individual. Además, supone esquemas diseñados desde arriba sin hacer nada abajo. Al prometer demasiado, los activistas ricos del mundo están prolongando la pesadilla de la pobreza.

Pero, ¿por qué los programas contra la pobreza fallan siempre? Porque reciben malos incentivos políticos y económicos. El mayor problema es que la gente rica, que es la que pone el dinero, no tiene los mismos objetivos que la gente pobre a la que tratan de ayudar. Así pues, la riqueza no llega en cantidades suficientes para subsanar los problemas apremiantes. Y los pobres no están en posición de quejarse por esto. Otro problema es que si todos somos colectivamente responsables por un gran objetivo mundial, entonces no habrá institución o político alguno que deba rendir cuentas si dicho objetivo no se alcanzó.

Pero, ciertamente, hay esfuerzos que vale la pena. En vez de imponerse objetivos utópicos como acabar con la pobreza mundial, los líderes deberían concentrarse en programas que funcionen. Hay evidencias de que una ayuda sistemática por partes es más efectiva que las utopías. Por ejemplo, la inmunización y vacunación de niños en siete naciones africanas ha dado muy buenos resultados. Otras posibilidades son: subsidios escolares, prevención de VIH, erradicación de enfermedades, agua potable, etc.




Este es el resumen del artículo "La pesadilla utópica" publicado en Septiembre 2005 en la revista Foreign Policy.

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