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Tanque vacío, bomba cargada



Revista: América Economía
Tema: Industria de energía y petróleo
Fecha: Diciembre 2005
Autor(es): Gustavo Stok
Para quien quiera pagar barata la energía, una opción a tener en cuenta es radicarse en Argentina. Los números hablan. Un usuario residencial chileno paga por el gas natural una tarifa nueve veces mayor a la de un argentino y un brasileño, 14 veces más. En las industrias las distancias también son abismales: dos y media veces más. ¿Y qué pasa con la electricidad? El llamado “precio nudoâ€, que cobran las generadoras a las distribuidoras, ronda en Argentina los US$ 20, un tercio del valor pagado tras la cordillera.

¿Todos estos números significan que Argentina está nadando en la abundancia energética y que la creciente oferta es lo que reduce sus valores? Nada de eso. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), mientras entre enero y septiembre pasados la producción de gas se matuvo estable en Argentina, la de crudo cayó 3,6% respecto del mismo período de 2004. Ocurre que, sin inversiones en exploración y con el consumo energético al alza por la recuperación económica, las reservas hacen el camino inverso: van en caída libre.

Las causas de la crisis no tienen misterios. Para morigerar el impacto de la explosión económica, a comienzos de 2002 el gobierno de Eduardo Duhalde convirtió a pesos argentinos y congeló las tarifas de la energía eléctrica y el gas –excepto para los 4,5 millones de hogares, mayoritariamente de condición humilde, que consumen gas licuado por garrafas o balones, cuyos precios aumentaron 140% entre 2002 y 2004. Su sucesor, Néstor Kirchner, mantuvo el esquema con algunas excepciones, como el incremento de los precios del gas que pagan las industrias en boca de pozo. El resultado de esa distorsión de valores, que estimula el consumo y desalienta la inversión, es la actual escasez.

El problema es que ahora el déficit energético está poniendo un techo bajo a mediano plazo a la recuperación económica del país. Con un cerrado cuello de botella en disponibilidad de energía previsto para 2007, las grandes decisiones de inversión, que son imprescindibles para sostener elevado el crecimiento, están siendo demoradas a la espera de que se resuelvan las incertidumbres del sector.




Este es el resumen del artículo "Tanque vacío, bomba cargada" publicado en Diciembre 2005 en la revista América Economía.

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