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La censura del drag贸n |
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| En 2001, activistas de derechos humanos en China se帽alaron que un peque帽o motor de b煤squeda llamado Google era el medio m谩s importante para evitar la censura estatal. Los usuarios pod铆an obtener contenido vetado por Beijing. Sin embargo, Google comenz贸 a ser bloqueada espor谩dicamente y, a veces, redirigida a las ciberp谩ginas de los rivales locales.
Pero esta situaci贸n termin贸 esta semana cuando Google, ahora un gigante corporativo, entr贸 en la guarida del drag贸n. El 25 de enero, el motor de b煤squeda 鈥淕oogle.cn鈥 comenz贸 sus operaciones. Este es el primer paso para aumentar la presencia de la compa帽铆a, lo que significa, adem谩s, colocar servidores en el pa铆s. Esto mejorar谩 con creces el servicio.
Contar con infraestructura local le brinda a Google ciertos beneficios sobre los motores de b煤squeda rivales, como Baidu.com (que posee cerca de 40% del mercado de b煤squedas), de China, Yahoo y Microsoft. El mercado de Internet en China, que posee m谩s de 100 millones de usuarios, es uno de los m谩s lucrativos del mundo.
Pero Google ha tenido que hacer ciertas concesiones para entrar en el mercado chino. Ha llegado a un acuerdo con el gobierno para vetar ciertos contenidos. Esta es una estrategia similar a la que tiene la compa帽铆a en Francia y Alemania (donde los cibersitios nazis est谩n prohibidos), y en Estados Unidos (donde Google elimina contenido sospechoso de infringir derechos de autor).
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Este es el resumen del artículo "La censura del drag贸n" publicado en Enero 28, 2006 en la revista The Economist.
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