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La muralla china |
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| Se supone que la Internet es lo suficientemente fuerte como para resistir un ataque nuclear; pero nada la podr谩 proteger de la pol铆tica. Desde su creaci贸n, las direcciones (.com, .org, etc.) han sido el producto de un consenso informal entre ingenieros (en su mayor铆a estadounidenses). Sin embargo, a medida que los gobiernos han comenzado a entender la importancia de la Internet, estos acuerdos han comenzado a romperse.
El 1 de marzo, China cre贸 tres nuevos sufijos en idioma chino; las variantes nacionales de: .cn, .com y .net. Esto quiere decir que los usuarios chinos podr谩n liberarse de las extra帽as letras del alfabeto latino, sobre el que est谩 estructurado el sistema actual.
Dado que buena parte de los usuarios de Internet no son anglohablantes, este gesto parece un asunto de decencia digital. La acci贸n de China ser谩 copiada en otro lugares (muchos pa铆ses han experimentado situaciones parecidas pero ninguna ha prosperado). Sin embargo, el caso chino, es diferente. Crear nuevas direcciones unilateralmente amenaza el principio de que todas las m谩quinas deben ser capaces de hablar entre s铆. Esta acci贸n de China es una protesta en contra de c贸mo se administra la Internet.
La Internet es administrada por una instituci贸n privada, la Corporaci贸n de Internet para la Asignaci贸n de Nombres y N煤meros (ICANN, por sus siglas en ingl茅s), que opera bajo la autoridad del gobierno estadounidense. Muchos pa铆ses se han opuesto a esto, y consideran que la Internet deber铆a ser manejada internacionalmente, como el sistema telef贸nico. China est谩 tratando de pasar por encima de la ICANN.
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Este es el resumen del artículo "La muralla china" publicado en Marzo 04, 2006 en la revista The Economist.
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