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El tanque medio lleno | 
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| Brasil está a la cabeza en la carrera por acabar con la dependencia del petróleo. Sus automóviles que funcionan con alcohol o gasolina o una mezcla de ambos, conocidos localmente como automóviles “flexâ€, están llamando la atención de todo el mundo. Hay 1,3 millones de vehÃculos flex en Brasil. Aunque esta cantidad constituye menos de 7% de todos los automóviles de Brasil (20 millones), se espera que, en cinco años, haya 5 millones de estos vehÃculos.
La popularidad de los vehÃculos flex ha sido sorprendente para los fabricantes. Para el año pasado, se esperaba que las ventas totales de automóviles crecieran en 5%; sin embargo, crecieron en 11%, cuatro veces la tasa de crecimiento económico de Brasil. “El flex estimuló las ventas y al menos la mitad del crecimiento del sector dependió del mismoâ€, señala Sérgio Pray, presidente de Fenabrave, la federación de vendedores de automóviles.
Volkswagen fue el pionero del mercado de automóviles flex, con su Gol. La compañÃa finalizó 2005 vendiendo 378.000 unidades en Brasil, incluyendo 10 modelos de automóviles y camiones livianos con tecnologÃa flex. “Al principio, seguimos fabricando los modelos a gasolina, pero a medida que la demanda se acercaba a cero dejamos de vender esos modelosâ€, afirma Júnia Nogueira de Sá, directora de asuntos corporativos en Volkswagen do Brazil.
El mercado brasileño está tan sediento de vehÃculos flex que incluso fabricantes como Renault y Peugeot, que tienen porciones de mercado relativamente pequeñas, ha comenzado a adoptar la tecnologÃa flex.
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Este es el resumen del artículo "El tanque medio lleno" publicado en Mayo 2006 en la revista LatinTrade.
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