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¡Alto, ladrón!



Revista: Entrepreneur
Tema: Fraudes y estafas
Fecha: Julio 2006
Autor(es): Dalia Fahmy
Durante casi un siglo, Mitchell & Ness, fabricante de ropa de Philadelphia, que ahora confecciona suéteres de colección de las ligas deportivas, permaneció fuera de los radares de los falsificadores. Pero desde que en 1999 el músico de rap Big Boi vistió en un videoclip un suéter de los Astros de Houston fabricado por Mitchell & Ness, inauguró una tendencia que convirtió a la tienda deportiva de US$ 2 millones en un centro de la moda de US$ 40 millones. Para satisfacer la demanda, Peter Capolino, presidente de Mitchell & Ness subcontrató trabajadores en Corea del Sur. Pero, en tan sólo unos meses, el mercado estadounidense estaba repleto de ropa Mitchell & Ness falsa fabricada en Asia.

Lo que antes era un problema de las marcas de lujo, como Nike y Rolex, la falsificación se ha vuelto un problema también de la pequeña y mediana industria. Al igual que Capolino, muchos emprendedores han descubierto muy tarde este problema, cuando ya las falsificaciones se venden en grandes cantidades en el mercado negro. Capolino calcula que los imitadores venden hoy en día más de sus productos que él mismo: el año pasado se vendieron 135.000 productos Mitchell & Ness falsos en eBay.

La Cámara de Comercio calcula que los negocios estadounidenses pierden de US$ 200 mil millones a US$ 250 mil millones en ingresos anuales debido a los imitadores, y estima que el valor total de todos los bienes falsos está alrededor de los US$ 600 mil millones anuales.

Además, se espera que este problema crezca gracias a las ventajas que ofrece la tecnología. Los falsificadores pueden programar las máquinas para que produzcan imitaciones convincentes de cualquier producto, desde pasta de dientes hasta frenos. Por otra parte, el explosivo crecimiento del comercio electrónico les permite a los imitadores distribuir bienes sin dejar huellas en el ciberespacio. Según Capolino, más de un tercio de todas las imitaciones de Mitchell & Ness se venden en Internet.




Este es el resumen del artículo "¡Alto, ladrón!" publicado en Julio 2006 en la revista Entrepreneur.

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