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El consultor que se encoge | 
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| AT&T es una de las empresas que acostumbraba contratar a consultores externos. En un 茅poca hubo casi 300 personas pertenecientes a las principales firmas McKinsey & Co., Boston Consulting Group, y Bain & Co. dispersas en las oficinas reestructurando la organizaci贸n, formulando planes de adquisici贸n y ayudando a difundir la visi贸n y objetivos entre sus empleados - todo por una suma anual cercana a US$ 1 mil millones.
Hoy en d铆a la situaci贸n ha cambiado. A comienzos del 98, la empresa de telecomunicaciones elimin贸 el servicio y decidi贸 desarrollar algunas de estas actividades 鈥渆n casa鈥. Hace dos a帽os Ford Motor Co. hizo algo parecido, consolidando los proyectos en una sola direcci贸n centralizada. La tendencia parece extenderse a muchas otras organizaciones.
B谩sicamente la alta gerencia ahora se pregunta por qu茅 se ha gastado tanto en consultor铆a en los 煤ltimos a帽os y qu茅 se ha logrado de ello, y m谩s a煤n, se cuestiona sobre la calidad de los consejos dados por los asesores despu茅s de esc谩ndalos y bancarrotas como las de K-mart o Global Crossing.
Para las consultoras, esta vuelta de hoja se traduce en recesi贸n y en el cambio en la percepci贸n de los clientes sobre un servicio que hasta hace muy poco hab铆a sido considerado medular. Desapareci贸 el auge que caracteriz贸 a los noventa, cuando se ve铆a a los consultores como un ingrediente indispensable de la estrategia. Para ese entonces, las grandes firmas reportaron un crecimiento anual del 20% y un aumento considerable de sus n贸minas mundiales. Ahora el modelo ha cambiado. Los clientes quieren grupos peque帽os de expertos, que no permanezcan indefinidamente en la empresa y que brinden informaci贸n especializada y oportuna para producir dinero o ahorrar el que se tiene. Adicionalmente el precio y los descuentos de las asesor铆as han logrado una posici贸n primaria. Muchas incluso ya han comenzado a entrenar grupos internos que se encarguen de la labor.
Ante esta nueva realidad, la meta de las consultoras debe ser demostrar que son todav铆a relevantes e imprescindibles. Pero pareciera que han sido bastante lentas en mostrar sus ventajas. Recientemente McKinsey design贸 su nuevo gerente general que comenzar谩 en julio, pero a煤n no ha hecho p煤blicos sus planes. El nuevo presidente de BCG se neg贸 a comentar, aunque un vocero explic贸 que se est谩 reduciendo el n煤mero de consultores. Mientras que Bain aclara que est谩 contratando nuevos asociados que proporcionen visiones novedosas sobre los casos. Todav铆a queda como tarea para estas organizaciones vigilar de cerca a las empresas consultoras de tecnolog铆a, como Accenture, IBM Business Innovation Services y EDS, que dada la creciente participaci贸n de la tecnolog铆a en los objetivos de negocios de las empresas, ahora quieren una porci贸n de la torta estrat茅gica.
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Este es el resumen del artículo "El consultor que se encoge" publicado en Mayo 26, 2003 en la revista Fortune.
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