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Modelo incorrecto, continente correcto | 
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| Los ideogramas de “Ãfrica†en mandarÃn significan “el continente maloâ€. Pero los chinos han ignorado algunas veces esta pista etimológica. En el siglo XV, los emisarios del emperador navegaron hasta Mozambique, llevando seda y trayendo una jirafa. Durante la Guerra FrÃa, los maoÃstas dotaron a Ãfrica de hospitales, campos de fútbol e ideas desastrosas.
La próxima semana, China recibirá a más de 30 dignatarios africanos en Beijing, para ofrecerles una rebaja de la deuda, un poco de ayuda comercial. China ya compra un décimo de las exportaciones del Ãfrica subsahariana y posee casi US$ 1,2 mil millones en inversiones directas en la región. Ya hay una diáspora china de quizá 80.000 trabajadores y ejecutivos.
Pero, ¿qué gana China con todo esto? China ya no está interesada en los corazones, mentes o jirafas de Ãfrica. Pero sà está muy interesada en su petróleo, minerales y madera, y en su apoyo en las Naciones Unidas. Asà pues, a medida que China gana concesiones mineras, repara ferrocarriles y construye oleoductos, los gobiernos africanos cierran sus embajadas en Taiwán, siguiendo la polÃtica de “una sola Chinaâ€.
Y, ¿qué obtiene Ãfrica con todo esto? China ayuda a los gobiernos africanos a ignorar las crÃticas Occidentales relacionadas con los derechos humanos. De hecho, el apoyo de China le ha permitido a Sudan evitar las sanciones de las Naciones Unidas. Además, algunas naciones africanas consideran a China un modelo de desarrollo a seguir. El progreso de China ha demostrado que el estatismo, el proteccionismo y el mantener a raya las compañÃas y las libertades comerciales y polÃticas es cónsono con un desarrollo económico.
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Este es el resumen del artículo "Modelo incorrecto, continente correcto" publicado en Octubre 28, 2006 en la revista The Economist.
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