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En las olas, sin ahogarse | 
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| La historia de la lucha contra el narcotráfico proveniente de la región andina en los últimos años muestra que, tan pronto las autoridades aprenden a detectar algún método de contrabando, los traficantes inventan otro. De aviones ligero y vuelos comerciales pasaron a contenedores marÃtimos, de esconder la droga en flores y vegetales, a muebles y postes de concreto.
Pero el método más reciente es realmente astuto: submarinos hechos en casa. Estos aparecieron por primera vez hace 10 años, pero se les consideraba una rareza. Ahora pareciera que han perfeccionado el diseño y la manufactura de estos semi-sumergibles, y ahora se detectan unos 10 al mes, en su mayorÃa en la costa pacÃfica de EUA.
Los mini submarinos pueden llevar entre 2 y 5 toneladas de cocaÃna. Tienen grandes tanques de combustible, que les permite navegar unos 3.200 km. Son hechos de fibra de vidrio, potenciados por motores de 300/350 caballos y manejados por una tripulación de 4. Descargan la mercancÃa en botes rápidos, que hacen la entrega final.
Según se cree, son parte de un esfuerzo de los productores colombianos por retomar parte de las ganancias que le han venido arrebatando los mexicanos.
Detener a los submarinos requiere de estrategias y tecnologÃas distintas. Son necesarios sistemas de rastreo de área amplia, equipos acústicos y mejor inteligencia.
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Este es el resumen del artículo "En las olas, sin ahogarse" publicado en Mayo 3, 2008 en la revista The Economist.
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