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Ag谩rrenme si pueden



Revista: Fast Company
Tema: Fraudes y estafas
Fecha: Agosto 2003
Autor(es): Scott Kirsner
Jay Nelson estaf贸 a los compradores de eBay y Yahoo hasta que los federales lograron ponerlo en prisi贸n. Se dedicaba a las subastas de equipos de computaci贸n cuya mercanc铆a nunca entregaba, un negocio seg煤n sus palabras, de un margen de ganancias del cien por ciento. Fue acusado de llevar a cabo subastas il铆citas por m谩s de US$ 200.000, usando 15 nombres diferentes y estafando a m谩s de 1.700 v铆ctimas. El funcionario del Servicio de Inspecci贸n Postal de Estados Unidos (instituci贸n responsable de la investigaci贸n) Tom Higgins, explica que Nelson comet铆a los delitos con mayor rapidez que con la que pod铆an investigar.

Para eBay, el fraude es su mayor dolor de cabeza. La subastadora virtual alberg贸 cerca de US$ 15 mil millones en ventas de mercanc铆a el a帽o pasado, generando US$ 1,2 mil millones en ingresos. Aunque s贸lo una m铆nima parte de sus subastas son fraudulentas, asegurar su terreno como un lugar confiable para hacer negocios es primordial para la empresa.

Cuando Higgins tom贸 el caso, pudo ubicar r谩pidamente a los Nelson y constatar que ya hab铆an sido visitados por el inspector postal local por algunas quejas. En esa oportunidad Jay prometi贸 que reembolsar铆a el dinero a sus clientes y entreg贸 una lista de ellos. Pero para el verano del 2000, hab铆a pasado a un nivel superior, empleando informaci贸n ficticia e identidades falsas. Nelson, de padres adoptivos, hab铆a asistido a la universidad pero no lleg贸 a graduarse; cuando lleg贸 a los veinte, ya hab铆a ido a prisi贸n. Su hermano comenz贸 a vender equipos de computaci贸n en eBay y luego su esposa Krista, quien trabajaba para State Farm le comunic贸 que como empleada ten铆a la ventaja de un descuento sobre equipos de oficina. As铆 compraron impresoras HP y Nelson las ofreci贸 en subasta. Para 1997 estaba dedicado al negocio por completo y sus ofertas eran leg铆timas. Pronto los clientes comenzaron a quejarse y a apuntar denuncias en el sitio sobre el vendedor, ocasi贸n que le pareci贸 oportuna para mudarse a New Hampshire. All铆 nuevamente emprendi贸 su estrategia y logr贸 obtener m谩s de US$ 50 mil tanto de Yahoo como de eBay. Cuando Higgins sinti贸 que hab铆a logrado suficiente informaci贸n del caso, los Nelson se mudaron de nuevo a Vermont. All铆 se encontraron por primera vez Nelson y Higgins. Las computadoras y documentos encontrados en la casa fueron confiscados y llevados a un laboratorio para ser investigados. No obstante esa misma tarde Jay Nelson arm贸 tres computadoras m谩s y comenz贸 de nuevo, en dos meses logr贸 m谩s de US$ 30.000 en subastas de Yahoo. Su arresto finalmente se concret贸 en enero del 2001, luego de que usara el n煤mero de una tarjeta de cr茅dito de un cliente para realizar diversas transacciones. Despu茅s de comparecer ante un magistrado federal, se le dej贸 ir bajo la condici贸n de no salir de la ciudad y no hacer uso de computadoras. Pero Jay desapareci贸 dejando una nota antes de volver a la corte. Vol贸 a Florida. Sus subastas continuaron apareciendo en eBay y Yahoo, bajo un sin n煤mero de identidades virtuales.

Higgins decidi贸 que para encontrar a Nelson deb铆a entrar al mundo de la compra y venta. As铆 contact贸 a compradores que hab铆an sido estafados con el fin de lograr informaci贸n. Uno de los correos recibidos fue de una persona que le hab铆a vendido una c谩mara digital en Orlando. Aunque los inspectores se trasladaron all谩 no lograron encontrarlo. Posteriormente, despu茅s de que Nelson logr贸 algo de dinero de su cuenta de PayPal y compr贸 entre otras cosas algunas monedas de colecci贸n, los inspectores pensaron en enviar las se帽as de este personaje a una estaci贸n de radio de Orlando, report谩ndolo como un estafador. Una de las personas que oy贸 el mensaje fue la due帽a de la tienda de monedas, quien proporcion贸 los datos para encontrarlo. Higgins no pod铆a trasladarse a Orlando para hacer el arresto, por lo que quedaron encargados dos inspectores de ese estado. Una ma帽ana cuando Nelson apareci贸 en la tienda para vender unas monedas, fue arrestado. Fue encontrado culpable de fraude por correo, fraude electr贸nico y lavado de dinero, entre otros. Actualmente gana 17 centavos por hora trabajando en proyectos de construcci贸n en la prisi贸n de seguridad media de Otisville, Nueva York y quiere obtener un t铆tulo en administraci贸n comercial tomando cursos que ofrece la instituci贸n. Nelson de 35 a帽os estar谩 en la c谩rcel hasta el 2007, mientras tanto no tiene permitido el uso de computadoras.




Este es el resumen del artículo "Ag谩rrenme si pueden" publicado en Agosto 2003 en la revista Fast Company.

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