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Rusia | 
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| Las cosas en Rusia no est谩n tan bien como parece. La era de Yeltsin -que comenz贸 con hist贸ricas reformas para liberar a esa naci贸n del control sovi茅tico en materia de propiedad y medios de comunicaci贸n, pero que descendi贸 en un gran caos de corrupci贸n - ciertamente necesitaba un correctivo; pero tal vez Putin no supo c贸mo hacerlo. Su impulso liberal genuino est谩 siendo suplantado por una presi贸n externa de los ex agentes KGB y otros oficiales gubernamentales, los siloviki, u "hombres de poder" con los cuales ha estado aliado durante su carrera.
Rusia tendr谩 elecciones parlamentarias en diciembre y presidenciales en marzo. Si Putin va a ellas, tambi茅n estos funcionarios. Los siloviki parecen determinados a lograr posiciones fundamentales a costa de lo que sea. Entre otros casos, en junio, el ministro de prensa del Kremlin desactiv贸 la 煤ltima estaci贸n privada de televisi贸n reemplaz谩ndola con una canal de deportes. Tambi茅n en julio, el entorno econ贸mico se estremeci贸 cuando el hombre m谩s rico del pa铆s Mikhail Khodorkovsky (due帽o de Yukos, la segunda empresa m谩s grande de petr贸leo) presenci贸 la detenci贸n de su socio acusado de robo de propiedad en un caso de privatizaci贸n de una empresa de fertilizantes en el 94. Los fiscales abrieron investigaciones sobre algunos asesinatos de figuras pol铆ticas con quienes la empresa hab铆a establecido relaciones.
Putin y sus seguidores niegan cualquier motivaci贸n pol铆tica para estos hechos, aunque s铆 se ha aceptado que se trata de 鈥渦n esfuerzo para proteger a la sociedad rusa y construir un estado fuerte鈥. Sin derechos de propiedad protegidos por cortes independientes, la econom铆a de mercado de Rusia se enfrenta a un futuro poco prometedor. Los logros que se plantea Putin (doblar el PIB y lograr una posici贸n privilegiada en el contexto mundial para su pa铆s) son casi imposibles ante tales situaciones irregulares.
Como alternativa, Khodorkovsky indica que el 煤nico lugar a donde cree que puede acudir es a la Presidencia para encontrarse con el Primer Mandatario y confrontarlo. Pero el problema es que los seguidores de Putin ven el caso legal contra el imperio de Khodorkovsky como parte necesaria de una campa帽a para eliminar de Rusia al capitalismo mal entendido y crear condiciones favorables para mantener el crecimiento. Para muchos se trata solo de una estrategia para impulsar el verdadero capitalismo y todav铆a quedan muchas m谩s acciones que apuntan a los oligarcas que controlan los recursos naturales estrat茅gicos. No est谩 claro qu茅 tanto durar谩 esta fase autoritaria, pero la historia rusa demuestra que estos per铆odos pueden ser duros y extenderse en el tiempo. A su favor sin embargo, Putin tiene varios logros. Se espera que el PIB crezca 5,8% este a帽o a diferencia de un 2,3% en los Estados Unidos y un 0,7% en Europa. El rublo es una moneda fuerte y las reservas de divisas est谩n en US$ 68 mil millones. Pero este progreso est谩 bajo la amenaza de ser desbaratado por los siloviki.
El problema de c贸mo la Rusia post sovi茅tica lleg贸 a este punto es visto por muchos como algo complicado. El proceso desemboc贸 en una sociedad traumatizada que se sinti贸 hu茅rfana y quiso una figura paternal. Gorbachev fue visto como un traidor y Yeltsin fue calificado como d茅bil por haber permitido que los oligarcas se adue帽aran de las privatizaciones de fuentes de recursos b谩sicos como el petr贸leo. En este contexto Putin apareci贸 como el rescatista, el proveedor de un estado protector.
No obstante el deseo pragm谩tico de Putin de establecer unas relaciones cooperativas con Washington, los siloviki desconf铆an de Am茅rica intensamente. Este grupo no ve que los valores liberales son esenciales para crear una sociedad abierta en la cual pueden coexistir ciencia y negocios. Los seguidores de Putin cren en una autocracia ilustrada. Este grupo que adem谩s proviene de los vestigios de la KGB, controla las pol铆ticas de defensa y tiene a los medios de comunicaci贸n bajo el dominio. De los reformistas que quedan en el gobierno, su influencia parece estar disminuyendo. Pero existe un elemento que Putin no puede manipular: la demograf铆a. La tasa de mortalidad en Rusia es dos veces la de natalidad debido a la tendencia al consumo de alcohol de los ciudadanos. A esto se suman los peligros de la expansi贸n del Sida y sus efectos sobre el 铆ndice de mortalidad y sobre instrumentos econ贸micos (los ahorros privados tendr谩n que ser destinados al control de la enfermedad). As铆 mientras el control es una fijaci贸n del Kremlim para expandir el aparato del estado, la sociedad alrededor est谩 en peligro.
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Este es el resumen del artículo "Rusia" publicado en Agosto 4, 2003 en la revista Business Week.
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