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La penosa revoluci贸n cubana; cuando dos mas dos es tres | 
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| Cuando Cuba celebraba el aniversario de su revoluci贸n a finales del mes pasado con una masiva congregaci贸n de personas en la ciudad central de Holgu铆n, un edificio cercano fue tapizado con una fotograf铆a gigante de Fidel y Ra煤l Castro empu帽ando sus armas hacia el cielo bajo las palabras 鈥淟a Vigorosa y Victoriosa Revoluci贸n Continua Marchando Hacia Adelante鈥. Pero este triunfalismo habitual contrastaba con los mensajes que Ra煤l, nombrado presidente el a帽o pasado en lugar de su hermano mayor en estado de enfermedad, incluy贸 en su discurso a la muchedumbre y en otro dirigido a la Asamblea Nacional. 脡l anunciaba el inesperado e indefinido aplazamiento de un congreso del Partido Comunista ya vencido desde hace mucho tiempo, el cual hab铆a colocado en agenda para finales de este a帽o. Y fue brusco en cuanto a los problemas econ贸micos de Cuba.
Los bajos precios del n铆quel y una ca铆da en los ingresos del turismo han llevado al gobierno a reducir sus predicciones de crecimiento econ贸mico para este a帽o de 6% a 1,7%. La isla est谩 todav铆a recuper谩ndose de tres devastadores huracanes el a帽o pasado, cuyos da帽os dice el gobierno se remontan a US$10 mil millones. El embargo econ贸mico de EUA permanece all铆 tambi茅n.
Pero Ra煤l Castro culp贸 a 鈥渘uestros propios defectos鈥 por el hecho de que 鈥渃on frecuencia dos m谩s dos es tres鈥. Incluso si 茅l arregla algunos problemas, otros aparecen. 脡l ha respondido a antiguas quejas sobre el transporte p煤blico reparando las agrietadas carreteras de Cuba y comprando buses chinos nuevos. El mes pasado, orden贸 un incremento salarial para 543.000 maestros y trabajadores de la educaci贸n.
Pero adem谩s ha ordenado recortes en gastos 鈥渘o esenciales鈥 de educaci贸n y salud, as铆 como en las escasas raciones de comida gratis que los cubanos reciben del estado. Algunas de estas medidas son una respuesta al d茅ficit comercial que se dispar贸 en un 65% en 2008. En parte debido a los altos costes de los alimentos y el combustible, las importaciones subieron en un 41% a US$14,2 mil millones, mientras que las exportaciones estuvieron solamente en US$3,7 mil millones.
Al tomar posesi贸n como presidente, Ra煤l Castro hizo un llamado por 鈥渃ambios en estructura y concepto鈥 en la econom铆a, creando esperanzas de que Cuba imitar铆a a Vietnam en mudarse a una econom铆a capitalista bajo un control pol铆tico comunista. Esas esperanzas todav铆a tienen que ser cumplidas. M谩s bien 茅l se ha concentrado en una mejor administraci贸n, calladamente ascendiendo a sus propios asistentes a posiciones clave en la burocracia estatal. 脡l ha hecho 茅nfasis en la disciplina y el control. La asamblea aprob贸 una ley para establecer una nueva oficina del Auditor General, para acabar con la corrupci贸n. El Ministro de Educaci贸n y el rector de la Universidad de La Habana fueron despedidos luego de que una encuesta mostrara que el esp铆ritu revolucionario hac铆a falta entre tanto estudiantes como profesores.
El r茅gimen y el pueblo cubano se enfrentan a un verano caliente poco com煤n. Pero no existen signos de debilitamiento en el control pol铆tico. A diferencia de Fidel Castro, Ra煤l se encuentra disminuyendo el uso de su estridente ret贸rica ideol贸gica. 脡l dio la bienvenida el mes pasado a la reanudaci贸n de las charlas sobre migraci贸n, suspendidas bajo George Bush. Pero le record贸 a la asamblea, y al mundo, que 鈥渇ui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo鈥.
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Este es el resumen del artículo "La penosa revoluci贸n cubana; cuando dos mas dos es tres" publicado en Agosto 9, 2009 en la revista The Economist.
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