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Preparados para gastar



Revista: The Economist
Tema: Negocios en Brasil
Fecha: Septiembre 5, 2009
Por tradici贸n, Brasil invierte poco y ahorra menos. A los brasile帽os les gusta pedir prestado y gastar, y al inferno con el futuro. Este puede ser el legado de una tenazmente alta inflaci贸n para mucha de la segunda mitad del siglo XX. Adem谩s puede ser una herencia desde mucho m谩s atr谩s en el tiempo. Un economista y fil贸sofo piensa que la mezcla 茅tnica brasile帽a de n贸madas ind铆genas, colonos portugueses buscando una fortuna r谩pida y africanos tra铆dos en cadenas fueron dotados de un h谩bito arraigado de gastar ahora y ahorrar en otra ocasi贸n. Cualquiera sea la causa, el descubrimiento en 2007 de potencialmente vastos dep贸sitos de crudo fuera de la costa en lo profundo del Oc茅ano Atl谩ntico ser谩 una prueba crucial de la fibra moral de Brasil: dependiendo de c贸mo se use, 茅sta nueva riqueza podr铆a ayudar a la naci贸n a superar la pobreza y subdesarrollo, o exagerar sus costumbres derrochadoras.

Tras casi dos a帽os en los cuales su gobierno ha meditado la pregunta, a finales de agosto el presidente Luiz In谩cio Lula da Silva revel贸 cuatro nuevos anteproyectos de ley proponiendo c贸mo las ganancias inesperadas deber铆an ser recaudadas y gastadas. Su ret贸rica de lo que 茅l llam贸 鈥渄铆a de la independencia鈥 fue triunfalista. Los dep贸sitos de crudo fueron un 鈥渞egalo de Dios鈥, 鈥渦n boleto millonario鈥 y 鈥渦n pasaporte al futuro鈥. Pero 茅l adem谩s se帽al贸 los problemas que el crudo le ha causado a algunas econom铆as y explic贸 c贸mo Brasil planea evitarlos. Los anteproyectos, cuyas aprobaciones dependen del Congreso, no afectar谩n a los contratos existentes de exploraci贸n y desarrollo sostenidos por Petrobras, la estatal petrolera, y cinco compa帽铆as petroleras extranjeras. Estos contratos rigen partes del pozo Tupi, el cual contiene entre 5 mil millones y 8 mil millones de barriles de crudo. Pero mucho del crudo y gas podr铆an caer bajo las nuevas leyes. Los funcionarios creen que en total, puede haber hasta 50 mil millones de barriles de crudo y gas fuera de la costa 鈥搇o suficiente como para convertir a Brasil en un gigante petrolero.

Un anteproyecto declara que el crudo en los nuevos yacimientos 鈥搇lamados pr茅-sal por hallarse debajo de una capa cambiante de sal鈥 sea de la propiedad del Estado, en vez de las compa帽铆as que compran las concesiones. En cada bloque, la mitad de cualquier crudo producido ir铆a al Estado. La mitad restante ser铆a sujeta a un acuerdo de compartici贸n de la producci贸n entre Petrobras y cualquiera de las compa帽铆as asociadas, en proporci贸n con sus costes. Otro anteproyecto crea una nueva compa帽铆a estatal petrolera llamada Petrosal para representar los intereses del estado en cada bloque. En teor铆a esta ser谩 una peque帽a entidad, encargada a personal t茅cnico. En la pr谩ctica podr铆a abultarse, particularmente si es controlada por pol铆ticos, mientras que la llenan con partidarios. El Estado adem谩s le inyectar谩 el equivalente monetario a 5 mil millones de barriles de crudo a Petrobras, con el objetivo de garantizarle que tenga el poder financiero para permanecer como el operador dominante. Ya que el 60% de las acciones de Petrobras son cotizadas en el mercado, este impulso de capital diluir谩 a los accionistas existentes. El valor de las acciones de la compa帽铆a cay贸 precipitadamente el d铆a del anuncio, removiendo US$7 mil millones de su valor de mercado. Adicionalmente, el gobierno planea alistar un fondo social para gastar los billones de Petrosal.

Todav铆a existen muchos detalles a ser tomados en cuenta. El fondo social propuesto fue originalmente concebido para gastos de educaci贸n e infraestructura. Se supon铆a que ser铆a inspirado en el fondo petrolero de Noruega, en donde la mayor铆a es ahorrado. Ahora su mandato se ha esparcido al medio ambiente, cultura e incluso al financiamiento de nuevas industrias. La preocupaci贸n es que el dinero sea gastado en el presente en vez de ser ahorrado o invertido, inflando m谩s a un Estado cuyos ingresos son ya equivalentes al 36% del PIB, comparado al 20% del de M茅xico.

Por supuesto, estos son buenos problemas para tener. Y Brasil est谩 mejor posicionado para lidiar con ellos que muchos otros pa铆ses. A pesar de eso, as铆 como Lula lo se帽ala, lo que parece un boleto de loter铆a puede tambi茅n convertirse en una maldici贸n. Cualquiera que haya estado siguiendo los recientes esc谩ndalos de corrupci贸n en el Congreso de Brasil sabr谩 que tal desastre bien se encuentra dentro de los poderes de los legisladores de la naci贸n.




Este es el resumen del artículo "Preparados para gastar" publicado en Septiembre 5, 2009 en la revista The Economist.

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