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Como hundir piratas



Revista: The Economist
Tema: Industria de entretenimiento y deportes
Fecha: Noviembre 14, 2009
Usted abre una ventana en la pantalla de su computador. Teclea el nombre de una cursi canción de los 80. Aparece una lista de resultados. Hace doble clic en una de ellas y en unos pocos segundos la canción comienza a sonar. Así funcionaba Napster hace una década; también es como Spotify, otro servicio de música en línea gratuito, funciona hoy día. ¿La diferencia? Napster era un servicio ilegal de compartición de archivos que fue cerrado por orden judicial. Spotify, en contraste, es un servicio gratuito completamente legal respaldado por publicidad. Esto demuestra cuantas cosas han cambiado en el mundo de la música en línea durante la década pasada. Además explica por qué la piratería de la música podría estar finalmente en decadencia.

Durante la mayor parte de la década pasada, la industria de la música se enfocó en los litigios para intentar prevenir la piratería. Con el pasar de los años, la Asociación Americana de la Industria Disquera (RIAA) ha acusado a 18.000 usuarios de Internet por involucrarse en la compartición ilegal de archivos. La mayoría de ellos llegaron a un arreglo, aunque dos casos fueron a la corte este año. En ambos casos los acusados (una madre soltera y un estudiante) perdieron y se les fue ordenado pagar por los daños (de US$1,92 millones y US$675.000, respectivamente). Pero la industria se ha dado cuenta de que tales casos alientan a la publicación de titulares embarazosos más de lo que pudieran desalentar a la piratería, ya que por cada red que se cierra, otra surgiría en su lugar.

Aunque la piratería floreciera en redes ilegales, las alternativas legales también comenzaron a aparecer. Apple lanzó su iTunes Music Store, ofreciendo descargas a 99 centavos de dólar en 2003. Muchos otros han seguido el ejemplo, incluyendo una nueva y legal versión de Napster. Y en los últimos dos años, nuevos servicios de música y servicios han proliferado. Spotify ofrece torrentes gratuitos y respaldados por publicidad; a los clientes que pagan se les permite saltar los avisos publicitarios y pueden utilizar el servicio mediante teléfonos inteligentes. El plan del Come With Music de Nokia incluye todo un año de descargas ilimitadas al pagar por la compra de algunos de sus teléfonos móviles.

Todos estos diferentes y legales servicios de música ofrecen la “rocola celestial†–lo que usted desee, en ese mismo instante, de la Internet– que hizo de Napster tan convincente al momento de aparecer en escena. Es cierto, las ganancias de estos servicios será menor que la proveniente de las ventas de Cds, pero es mucho mejor que no tener nada. La industria disquera se hará más pequeña, pero no desaparecerá.

La piratería prospera debido a que satisface una demanda no cumplida. La mejor forma de desalentarla es ofreciendo una diversa gama de alternativas atractivas y legales. La industria musical se ha tomado una década en resolverlo, pero ya lo ha logrado. Otras industrias deberían beneficiarse de su experiencia -y seguir su ejemplo.




Este es el resumen del artículo "Como hundir piratas" publicado en Noviembre 14, 2009 en la revista The Economist.

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