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Demasiados jefes | 
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| Kim Jong Il, el dictador de Corea del Norte, no suele imponer tendencias. Pero hay un área en la que está indiscutiblemente al frente: la exageración de tÃtulos. Kim tiene mil doscientos tÃtulos oficiales, entre otros: deidad guardiana del planeta, general invicto y el más grande hombre que jamás haya vivido. Hoy en dÃa, todo el mundo tiene un tÃtulo pomposo. El repartidor de periódicos es el “oficial de distribución de mediosâ€. El encargado de recoger la basura es el “oficial de reciclajeâ€. El bedel es el “consultor sanitarioâ€. El que prepara sándwiches en Subway es el “artista del sándwichâ€. Casi todo el mundo en el sector bancario es presidente de algo. El número de miembros de LinkedIn, una red profesional, que tienen el tÃtulo de vicepresidente aumentó en 426% entre 2005 y 2009.
¿Qué está ocurriendo? La explicación más inmediata es la crisis económica. Los jefes están ofreciendo tÃtulos más pomposos en lugar de aumentos y bonos. Pero también hay razones estructurales. La más básica tiene que ver con la creciente complejidad del mundo comercial. Buena parte de las compañÃas no sólo tienen presidente y vicepresidente para tal o cual lÃnea de productos, sino también presidente y vicepresidente para diversas regiones. Si conjugamos todo esto tendremos la receta para hacer tarjetas de presentación cada vez más largas. La moda de halagar la jerarquÃa ha resultado en una multiplicación de tÃtulos inútiles. Los trabajadores están ávidos de tÃtulos rimbombantes que les den la sensación de estar ascendiendo profesionalmente. Los gerentes que ya no tienen subordinados cuentan al menos con tÃtulos resonantes.
Las firmas adoptan todos estos tÃtulos para demostrar además que están a la moda. La moda pasajera del ambientalismo ha inspirado miles de tÃtulos desde oficial de sustentabilidad hasta embajador verde. Pero el gran lÃder en esta tendencia de inflar los tÃtulos (con mucho humor, por cierto) es el sector tecnológico de los EUA. Asà pues, Steve Jobs se llama a sà mismo “presidente sábelo todoâ€. Jerry Yang y David Filo, fundadores de Yahoo!, se llaman “presidentes Yahoosâ€. Y miles de expertos en TI poseen tÃtulos como el (presidente) jugador estrella, gurú, evangelista o, uno muy popular últimamente, ninja.
Pero, ¿tiene esto alguna importancia? La exageración de los tÃtulos violenta sin duda el lenguaje. Tal vez este sea el precio que hay que pagar por la armonÃa corporativa. El problema es que los problemas monetarios de la inflación se aplican también a la exageración de tÃtulos. Los beneficios de obtener un tÃtulo exagerado suelen ser poco duraderos. En cambio, el daño sà que será duradero. Estos tÃtulos hacen que las personas sean prescindibles. Las compañÃas pueden dudar a la hora de despedir un asesor de TI. Pero, ¿qué ocurre cuando está en juego el trabajo de un “ninjaâ€? Después de todo, la esencia de la inflación es que devalúa todo lo que toca.
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Este es el resumen del artículo "Demasiados jefes" publicado en Junio 26, 2010 en la revista The Economist.
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