Google
Por Tema

Por Revista

Marzo 2016
Febrero 2016
Enero 2016
Diciembre 2015 libre
Noviembre 2015 libre
Octubre 2015 libre
Septiembre 2015 libre
Agosto 2015, Q2 libre
Julio Agosto 2015 Q1 libre
Julio 2015, Q1 libre
Junio 2015, Q2 libre
Mayo Junio 2015 libre
Mayo 2015, Q1 libre
Abril 2015, Q2 libre
Abril 2015, Q1 libre

Pruébenos gratis
Suscríbase
¿Cómo funciona?
Preguntas frecuentes
Sobre nosotros
Atención al Cliente



China compra el mundo



Revista: The Economist
Tema: Negocios con China
Fecha: Noviembre 13, 2010
Existe una creciente y comprensible oposición a la tendencia de China a adquirir compañías capitalistas extranjeras, que para algunos implica llevar el liberalismo económico a un extremo absurdo; pero la diseminación del capital chino debe traer beneficios a sus destinatarios, y al mundo como un todo. Muchos factores han llevado en los últimos años al resurgimiento del capitalismo de Estado. Alrededor de la quinta parte del valor del mercado global de valores se asienta actualmente en esas firmas, más del doble del nivel que tenían hace 10 años. El mundo rico ha tolerado antes el crecimiento de estas economías, pero China es diferente, ya que es la segunda mayor economía del mundo y en su momento, podría superar a EUA. Sus firmas son gigantes que están comenzando a utilizar sus amplios recursos en el extranjero y hoy poseen exactamente el 6% de la inversión global en el negocio internacional.

Su crecimiento natural puede ser turboalimentado por su amplia cantera de ahorros, que hoy son ampliamente invertidos en bonos gubernamentales de países ricos y mañana podrían se usados para comprar compañías y protegerla contra las devaluaciones de los países ricos y sus posibles morosidades. Las firmas chinas se están haciendo globales para adquirir materias primas y conocimientos técnicos, y para ganar acceso a los mercados foráneos, pero responden a un Estado que muchos países consideran un competidor estratégico y no un aliado. A menudo elige ejecutivos, hace acuerdos directos y los financia a través de bancos estatales, y una vez compradas, las firmas de recursos naturales pueden convertirse en sus suministradores cautivos. La idea de que el gobierno chino llegue a dominar el capitalismo global no es muy atrayente, ya que los recursos serían asignados por funcionarios y no por el mercado. La política y no las ganancias guiarían las
decisiones.

En respuesta, Australia y Canadá, que una vez fueron mercados abiertos, están creando barreras a las firmas chinas respaldadas por el Estado, sobre todo en relación a los recursos naturales, y otros países se están tornando menos acogedores también. Pero China está lejos de representar este tipo de amenaza: la mayoría de sus firmas solo trata de acomodarse a una nueva situación y en cuanto a recursos naturales, no está ni cerca de controlar los suficientes suministros para aparejar el mercado para la mayoría de los artículos básicos. Tampoco el sistema de China es tan monolítico como se asume desde afuera. Y si las compañías chinas propiedad del Estado manejaran sus adquisiciones según la política y no por las ganancias, eso no importaría mientras que otras firmas puedan satisfacer las necesidades de los consumidores. Y si arrojan capital subsidiado por el mundo, EUA y Europa podrían usar ese dinero. El peligro de que el capital
barato chino pueda minar a sus rivales se enfrenta mejor acudiendo a la ley de la competencia que evitando las inversiones.

Y no todas las compañías chinas son dirigidas por el Estado, muchas son independientes e interesadas en las ganancias y a menudo están yendo a invertir al extranjero. Pero la influencia no va a ir solo en un sentido, para triunfar en el extranjero, los chinos se tendrán que adaptar, contratando gerentes locales, invirtiendo en investigaciones locales y aquietando preocupaciones locales. El avance de China puede traer beneficios más allá del meramente comercial. A medida que invierta en la economía global, sus intereses estarán cada vez más alineados con los del resto del mundo; y el entusiasmo por la cooperación internacional puede crecer. Rechazar los avances de China sería un perjuicio para las futuras generaciones, así como una declaración profundamente pesimista sobre la confianza del capitalismo en sí mismo.




Este es el resumen del artículo "China compra el mundo" publicado en Noviembre 13, 2010 en la revista The Economist.

Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Negocios con China.

deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.



 

Copyright 2003-2024 por Meltom Technologies Inc