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Campaña contra el crimen



Revista: The Economist
Tema: Política
Fecha: Mayo 28, 2011
Las vacaciones de primavera en México presencian largas filas de automóviles escapándose del aire pesado de Ciudad de México hacia la ventilada costa del Pacífico. Pero recientemente el tráfico ha tomado otro curso. México se encuentra en su quinto año de intensificada guerra contra el crimen organizado, la cual ha causado que la violencia estalle en estados que se encuentran en la ruta de la droga hacia EUA. Muchos de los que se pueden dar el lujo se están movilizando hacia la capital, en donde la tasa de asesinatos el año pasado fue la mitad del promedio nacional y mucho menor a la de grandes ciudades estadounidenses, incluyendo a Washington.

La preservación del orden en Ciudad de México estará bajo un particular escrutinio mientras se acercan las elecciones presidenciales del año próximo. Eso es debido a que la gobernabilidad de la capital se encuentra dividida entre Marcelo Ebrard, alcalde del Distrito Federal, el cual comprende el núcleo de la ciudad, y Enrique Peña Nieto, gobernador del circundante Estado de México, el cual sirve a un poco más de la mitad de los 20 millones de residentes que se encuentran en la capital. El Sr. Peña es el favorito para la nominación presidencial del antiguo regente Partido Institucional Revolucionario, mientras que el Sr. Ebrard se encuentra compitiendo para llevar la bandera del Partido de la Revolución Democrática de la centroizquierda. Su principal rival para la nominación, Andrés Manuel López Obrador, es el alcalde anterior de la capital.

El Sr. Ebrard sostiene que el reclutamiento de las mafias puede ser reprimido al hacer que los jóvenes vayan a la escuela y consigan empleos. El Sr. Peña quiere darles un golpe a las finanzas de los pandilleros al reducir la economía informal. Pero los votantes pueden tomar más nota de sus historiales estando en el poder que de sus promesas de campaña. Miguel Mancera, el fiscal en jefe del Distrito Federal, hace alarde de que la tasa de asesinatos allá se encuentra ahora más baja que en muchos estados que con anterioridad fueron considerados más seguros que la metrópolis. Alfredo Castillo, su homólogo en el Estado de México, señala que la tasa de homicidios allá es aun más baja.

Nueve de cada diez crímenes no son reportados en ambos territorios, lo que significa que incluso unas cifras precisas acerca de los crímenes registrados serían de un valor limitado. Unas encuestas del ICESI, una organización de investigación, sugieren que mientras que el Distrito Federal aún posee una incidencia más alta de crímenes que el Estado de México, la última ha sido golpeada más duramente por las mafias de drogas. Los residentes allí ahora se preocupan acerca de la seguridad casi tanto como los que están en el Distrito Federal; los criminales son más propensos a portar armas que en cualquier otro estado.

Mientras que en 2007 existían muchos más asesinatos ligados al narcotráfico en el Distrito Federal que en el Estado de México, el territorio del Sr. Peña vio el año pasado tres veces más asesinatos que el del Sr. Ebrard. A los vecindarios comparables parecen irles mejor en el Distrito Federal: Iztapalapa, probablemente su barriada más temible, con 1,8 millones de habitantes, tuvo menos de la mitad de asesinatos relacionados con el narcotráfico el año pasado que Nezahualcóyotl, un distrito con similar ingreso promedio de 1,1 millones de habitantes, el cual yace al otro lado de la línea estatal.

Los historiales tanto el Sr. Ebrard como del Sr. Peña en cuanto a seguridad son enormemente halagados por las fallas que han tenido sus contrapartes en otros lugares de México. Es preocupante que a pesar de estar ubicados lejos de los centros del negocio de estupefacientes, ellos presidan completamente tales aparatos de justicia criminal corrupta. Si el Sr. Ebrard posee una ligera ventaja en poner un parado a la violencia, eso es debido principalmente a que él tiene una fuerza policial grande y unificada. Eso es algo que ambos hombres podrían tener presente a la hora de estar en camino a la presidencia.




Este es el resumen del artículo "Campaña contra el crimen" publicado en Mayo 28, 2011 en la revista The Economist.

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