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Muy poco y muy tarde | 
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| El 28 de junio, Abilio Diniz, presidente de P茫o de A莽煤car, la mayor cadena de supermercados de Brasil, revel贸 sus planes para fusionarse con las operaciones brasile帽as de Carrefour. Esto lleg贸 al conocimiento del mayor rival de Carrefour, Casino (que ha sido medio due帽o de P茫o de A莽煤car desde 1999), cuyo jefe vol贸 esta semana a Brasil a denunciar estos planes, a los que llam贸 鈥渆xpropiaci贸n鈥, y a criticar duramente al BNDES, el banco de desarrollo nacional, que ofreci贸 financiarlos. Si se lleva a cabo el acuerdo, la compa帽铆a fusionada tendr谩 el 27% del mercado minorista nacional, y 69% del estado de S茫o Paulo. El veredicto sobre la fusi贸n vendr谩 del BNDES (que solo apoyar谩 el acuerdo si Casino se reconcilia) y no de CADE, la autoridad competente. El resultado depende de toda una gama de factores estrat茅gicos, legales o pol铆ticos, entre los que no est谩 el bienestar del consumidor.
La pol铆tica antimonopolio ha sido d茅bil en Brasil por largo tiempo. En los 90 el pa铆s comenz贸 a abrir su econom铆a y a privatizar las empresas para aumentar la competencia. Un estudio encontr贸 que 15 a帽os m谩s tarde, la porci贸n de mercado de las cuatro principales compa帽铆as de la mayor铆a de los sectores se hab铆a acrecentado. CADE est谩 paralizada por reglas que la previenen de actuar hasta que los acuerdos se hayan llevado a cabo. Entonces impondr谩 condiciones, o aun m谩s, ordenar谩 fusiones no elegidas si piensa que son irremediablemente anticompetitivas. Pero a menudo esto ocurre demasiado tarde. Un proyecto de ley que podr铆a requerir la preaprobaci贸n de CADE para fusiones que pudieran da帽ar a los consumidores, fue presentada al Congreso en 2005, pero su progreso ha sido lento. Aun si se acelera el paso, ser谩 muy tarde para afectar al acuerdo propuesto por P茫o de A莽煤car.
En algunos casos, el Estado promueve activamente la concentraci贸n industrial, para ayudar a algunas compa帽铆as a ganar en tama帽o para competir en el extranjero. En los 90 un gobierno privatizador evadi贸 la escasez de capital y de tecnolog铆a coaccionando a los fondos de pensiones estatales a cooperar con las compa帽铆as privadas, e impuls贸 a los bancos p煤blicos a darles pr茅stamos subsidiados. Hoy las firmas de Brasil son m谩s fuertes y sus mercados de capitales m谩s profundos. Pero el gobierno contin煤a interviniendo. Con Carrefour, el BNDES est谩 buscando dar fondos para una fusi贸n entre dos de las mayores fuerzas minoristas, quiz谩s para detener el que Casino tome el control absoluto de P茫o de A莽煤car, como hubiera podido hacer en 2012.
Un efecto secundario son las estructuras corporativas complejas con una participaci贸n estatal nebulosa. Seg煤n expertos, alrededor de la mitad de las compa帽铆as brasile帽as listadas participan con cruce de participaciones o en compa帽铆as con participaciones cruzadas. Y de las 600 mayores, unas 100 toman parte de su capital de las grandes entidades estatales. A mayor complejidad en la estructura de una compa帽铆a, menos se benefician los consumidores o los accionistas privados de las inversiones p煤blicas en 茅sta. El Partido del Trabajo gobernante ha mantenido pol铆ticas ortodoxas para la econom铆a dom茅stica, pero ha estado m谩s interesado en crear campeones nacionales que en fomentar la competencia. El resultado es que los negocios 鈥減ueden consolidar los mercados, reducir la competencia y aumentar sus beneficios con dinero del gobierno鈥.
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Este es el resumen del artículo "Muy poco y muy tarde" publicado en Julio 19, 2011 en la revista The Economist.
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