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Escoger entre el libre comercio y la salud p煤blica | 
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| Samoa, una isla del Pac铆fico Sur, podr谩 unirse a la Organizaci贸n Mundial del Comercio (OMC) el pr贸ximo mes, tras haber accedido a terminar con su prohibici贸n sobre los cortes grasos de carne de ave e imponer tarifas de importaci贸n en su lugar. Es una buena noticia para los criadores de pavos de EUA, que volver谩n a obtener un mercado para esos recortes de bajo costo que a menudo terminan como comida de mascotas. Samoa, una de las naciones m谩s obesas del mundo, asume que con ello est谩 comprometiendo la salud en favor del comercio y el desarrollo, pero es la 煤nica forma de disfrutar de un comercio mayor y de los costos inferiores para las importaciones que confiere el ser miembro de la OMC. La industria alimenticia de EUA, en cambio, cree que es un derecho del consumidor, y no del gobierno, determinar qu茅 comidas quiere consumir.
Nauru, la rep煤blica m谩s peque帽a del mundo y que aun no es miembro de la OMC, introdujo cuatro a帽os un impuesto del 30% sobre el az煤car, los caramelos, las sodas y la leche saborizada. Fiyi, miembro de la OMC desde 1996, impuso uno del 15% sobre las galletas y los caramelos en 2009. Una mezcla de cultura, susceptibilidad gen茅tica y pobre nutrici贸n ha disparado una crisis de obesidad en la regi贸n del Pac铆fico. Las tasas en el sexo femenino en la regi贸n son alarmantes: Nauru (71 %), Islas de Cook (64 %), Tonga (60 %), Samoa (56 %), y Palaos, (51 %), de acuerdo a los datos de la Organizaci贸n Mundial de la Salud (OMS). Estos mismos pa铆ses tienen las mayores tasas de obesidad para el sexo masculino.
En 2008, en una reuni贸n de la OMS en Manila, Samoa y Fiyi pidieron ayuda para contrarrestar las estrategias de marketing de las multinacionales en la isla. Los delegados de EUA dijeron que los programas de prevenci贸n deb铆an enfocarse a nivel comunitario o individual, y se introdujo un p谩rrafo en la resoluci贸n final de la reuni贸n para animar a los ciudadanos a tomar responsabilidad de su propia salud. Para la OMS, la fuerza de voluntad no es el tema y consider贸 el caso como un fallo de la voluntad pol铆tica al nivel m谩s alto. En una reuni贸n de la ONU, los delegados de EUA y otras naciones ricas vetaron una resoluci贸n sobre la acci贸n gubernamental contra la inactividad f铆sica, el uso de tabaco y alcohol, el consumo de sal y comidas grasientas y azucaradas, y el acceso a las medicinas, al parecer gracias al cabildeo de esas industrias. Las multinacionales niegan esto, diciendo que han hecho un compromiso con la OMS para promover la buena nutrici贸n y publicitar responsablemente los productos para ni帽os.
Fiyi y Tonga llevaron a cabo una lucha similar a la de Samoa hace una d茅cada, cuando trataron de frenar importaciones desde Nueva Zelanda y Australia de cortes grasos de cordero. Fiyi los prohibi贸 en 2000 y cuando Tonga consider贸 la imposici贸n de una cuota, Nueva Zelanda se lanz贸 en una campa帽a contra eso. El gabinete de Tonga dej贸 a un lado la restricci贸n, temiendo da帽ar las negociaciones para entrar en la OMC y al considerar que mayores cargos sobre el producto no iban a disminuir la demanda lo suficiente como para mejorar la salud p煤blica. El pa铆s, que se uni贸 a la OMC en 2005, prepara ahora est谩ndares de comida que determinen qu茅 art铆culos caer铆an fuera del rango saludable, lo que garantizar谩 mayores impuestos para controlar su consumo. A las naciones importadoras se les ha dejado la tarea de determinar qu茅 productos for谩neos van en detrimento a la salud, un proceso 鈥渞elativamente caro鈥 para un pa铆s peque帽o.
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Este es el resumen del artículo "Escoger entre el libre comercio y la salud p煤blica" publicado en Noviembre 29, 2011 en la revista Business Week.
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