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El auge del cotrabajo | 
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| El concepto de espacios de trabajo compartidos es elástico pero su significado más amplio podrÃa ser trabajar (y a menudo colaborar con) junto a gente con la que no lo harÃas normalmente. Los usuarios reservan un lugar en una oficina de espacios de trabajo compartidos, se acomodan donde pueden y empiezan a trabajar como hormiguitas. La idea surgió por primera vez hace unos años, pero alcanzó su punto de inflexión hace alrededor de 18 meses. Ya hay alrededor de 760 instalaciones de espacios de trabajo compartidos en EUA. El auge de estas oficinas se debe a diversas causas: tecnologÃas como la computación de nube, más mujeres y trabajadores freelance en la fuerza de trabajo y un aumento de los costos de las propiedades de las compañÃas.
Esta tendencia no está confinada a los trabajadores de oficina. Por ejemplo, recientemente abrió un laboratorio de biologÃa comunitario en California. Algunos chefs muy prometedores comparten sus cocinas. Ya hay talleres comunitarios conocidos como “espacios de creadoresâ€. Algunos espacios compartidos son instalaciones dedicadas a esto, otros se establecen dentro de incubadoras de negocios u oficinas de compañÃas. Se estima que el 65% de los 2,800 lugares de trabajo disponibles son dentro de pequeñas compañÃas privadas, con escritorios libres.
Muchas compañÃas establecidas se han adherido a esta tendencia. Algunas ofrecen a la gente escoger entre diferentes atmósferas de trabajo y se hace énfasis en los beneficios de la colaboración. Los evangelistas de los espacios de trabajo compartidos enfatizan el rol del “anfitrión†de cada instalación; una persona que organiza eventos sociales para los usuarios, presenta a las personas unas con otras y detecta las oportunidades para la colaboración. Pero debe quedar lugar para diversos estilos de espacios de trabajo compartidos, en particular si empieza a cuajar entre las grandes compañÃas. Algunas grandes están tratando de impulsar la innovación haciendo que la gente comparta sus espacios internamente, otras ya han empezado a desprenderse de sus propiedades.
Drew Jones, coautor de un libro sobre espacios de trabajo compartidos, piensa que hay capacidad para convertir el espacio vacÃo minorista de los suburbios de las grandes ciudades en grandes instalaciones para los espacios de trabajo compartidos. Comparado con las oficinas del centro de la ciudad, les llevarÃan menos tiempo a las personas para trasladarse a estas y tendrÃa un menor costo para las empresas comprar o rentar espacios allÃ. Nada de esto señala el final de la oficina convencional. Las culturas corporativas se mueven lentamente. Los gerentes se preocupan de cómo lidiar con asuntos como la confidencialidad. Algunas funciones de un empleo siempre se beneficiarÃan de estar en una misma localización. Pero los espacios de trabajo compartidos multiplican las opciones que las personas tienen cuando deben preguntarse dónde trabajarán cada dÃa. Solo por esa razón, se seguirán extendiendo.
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Este es el resumen del artículo "El auge del cotrabajo" publicado en Diciembre 31, 2011 en la revista The Economist.
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