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De nuevo a fabricar cosas



Revista: The Economist
Tema: Tendencias y futuro
Fecha: Abril 21, 2012
Durante m谩s de 100 a帽os, EUA hab铆a dominado el mundo de la manufacturaci贸n, pero ahora debe disputarse ese liderato con su gran rival chino, el cual ha absorbido, junto a India y otros pa铆ses con una mano de obra econ贸mica, buena parte de los puestos de trabajo en esta 谩rea gracias a la externalizaci贸n de la producci贸n o la radicaci贸n de f谩bricas en el extranjero. Dada la crisis econ贸mica mundial, algunas pol铆ticas occidentales instan a los pa铆ses a empezar a fabricar productos localmente para crear fuentes de empleo y evitar as铆 la exportaci贸n de estrategias de manufacturaci贸n, lo que supone un est铆mulo para la econom铆a de los pa铆ses.

Si bien la manufacturaci贸n en EUA corresponde s贸lo a un 11% del PIB, lo cierto es que este sector es responsable de un 68% del gasto nacional en investigaci贸n y desarrollo. A su vez, las industrias de manufacturaci贸n, en promedio, 1) ofrecen mejores salarios que las empresas de servicios, 2) representan una gran fuente de innovaci贸n, 3) ayudan a reducir los d茅ficits comerciales, 4) crean oportunidades en la creciente econom铆a verde, como el reciclaje o las energ铆as limpias. Pese al crecimiento veloz del pa铆s asi谩tico, EUA cuenta a煤n con un formidable poder productivo, pues, a pesar de que su gasto de producci贸n se asemeje al chino en t茅rminos cuantitativos, lo cierto es que 茅ste puede lograrse con apenas el 10% de la fuerza de trabajo utilizada en China.

Las compa帽铆as, por su parte, se muestran tambi茅n optimistas con un renacimiento de la manufacturaci贸n, pero sostienen que 茅sta s贸lo ser谩 de calidad si se contrata a empleados con un alto nivel de destreza. Para ello, ven necesario que las empresas ampl铆en su presupuesto en entrenar, ofrecer pr谩cticas y talleres a sus empleados. Ante esta necesidad, muchas empresas se reh煤san a invertir dinero en preparar a empleados que luego abandonar谩n sus trabajos. Sin embargo, otras, como una alternativa a las pasant铆as, respaldan una colaboraci贸n entre las universidades y las empresas locales para desarrollar programas de entrenamiento basados en la digitalizaci贸n de la manufacturaci贸n.

A trav茅s de sistemas de producci贸n virtuales, los estudiantes pueden simular el proceso de fabricaci贸n de productos, proyectado en pantallas tridimensionales. Incluso, este software puede llegar a utilizarse en otras compa帽铆as para hacer planes publicitarios y mercadear productos antes incluso de su fabricaci贸n. Un ejemplo perfecto de esta simbiosis est谩 constituido por los grupos industriales, representado por Silicon Valley. Varias empresas se unen gracias al fondo de talentos, la concentraci贸n de servicios especializados, la disponibilidad de capital privado de inversionistas con una visi贸n cercana al mercado. De igual modo, dada la estrecha relaci贸n que tienen con universidades y laboratorios de investigaci贸n, hay una relaci贸n m谩s estrecha entre el surgimiento de ideas innovadoras y la posibilidad de materializarlas.




Este es el resumen del artículo "De nuevo a fabricar cosas" publicado en Abril 21, 2012 en la revista The Economist.

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