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Krugmenistan contra Estonia | 
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| En mayo de 2009, unos meses tras la aprobaci贸n de un paquete de est铆mulo por US$ 787 mil millones en EUA, el Gobierno de Estonia tom贸 la ruta contraria: la de las medidas duras. 脡sta no se sumergi贸 en las reservas de la naci贸n para pedir dinero prestado. Los ministros dicen nunca haber considerado devaluar lo que era entonces la moneda en curso legal de Estonia, las coronas estonias, las cuales habr铆an arruinado un plan de 10 a帽os para adoptar el euro. Con el fin de mantener el presupuesto balanceado del pa铆s, tradici贸n que habr铆a honrado desde el final de la ocupaci贸n sovi茅tica, el gobierno estonio congel贸 las pensiones, rebaj贸 los salarios del estado en alrededor de un 10%, y elev贸 el impuesto al valor agregado en un 2%. El producto interno bruto cay贸 en m谩s de un 14% ese a帽o.
En Estanc, un fabricante de contenedores de acero de alta presi贸n en una planta en las afueras de Tallinn, las ganancias se paralizaban. La empresa pospuso sus planes para ampliar al doble los pisos de la f谩brica. El desempleo en Estonia subi贸 tanto como en un 16% y muchos de los soldadores del pa铆s abordaron un ferry para atravesar el Golfo de Finlandia y llegar a Helsinki en busca de empleo. Los soldadores est谩n de vuelta ahora. En 2010, el PIB de Estonia creci贸 en un 2,3%. A finales de a帽o, la naci贸n se meti贸 en un edificio en llamas y adopt贸 el euro. El a帽o pasado, el PIB creci贸 un 7,5%. Estanc ha aumentado su personal en m谩s de un tercio en 2012. La empresa le vende a Finlandia y Suecia; 茅sta desea incursionar en el mercado alem谩n y ha dado un paso adelante en cuanto a planes de expansi贸n. El desempleo en Estonia ha bajado a un 10,8% 鈥揷ifra no ideal, pero es menos de la mitad que la de Espa帽a, y lo suficiente para que se pudiera reelegir al presidente del pa铆s y su coalici贸n regente en 2011. Durante el pasado mes de noviembre, el Fondo Monetario Internacional alab贸 la recuperaci贸n impulsada por las exportaciones del pa铆s y su 鈥減osici贸n fiscal envidiable鈥.
Los economistas no entienden los experimentos controlados, as铆 que deben aceptar a los pa铆ses tal como son. En este momento, Estonia parece demostrar que las restricciones monetarias y fiscales pueden, tras el dolor, generar crecimiento. No de manera sorpresiva, Estonia, una naci贸n con 1,2 millones de habitantes, ha sido ofrecida como modelo por los defensores de la austeridad en Europa y otros lados. En el lado m谩s apartado del Atl谩ntico, sin embargo, el economista ganador del premio Nobel y columnista del New York Times, Paul Krugman, ha estado en desacuerdo por a帽os con de esta clase de restricciones, diciendo que llevan a una miseria sin sentido. El argumento es central para el futuro de EUA 鈥搚 para la mayor铆a de los otros pa铆ses tambi茅n.
A comienzos de junio, en una publicaci贸n de blog titulada 鈥淩apsodia Estoniana鈥, Krugman atac贸 lo que 茅l denominaba el 鈥渞ostro publicitario de los defensores de la austeridad鈥. En su publicaci贸n, 茅l graficaba el PIB real desde el pico del auge hasta el primer trimestre fiscal de este a帽o para demostrar que, incluso despu茅s de una recuperaci贸n, la econom铆a de Estonia todav铆a se encuentra casi un 10% por debajo de su punto m谩s alto registrado en 2007. 鈥溌縀sto鈥, escribi贸, 鈥渆s lo que se acepta como un triunfo econ贸mico?鈥.
En 2007, los salarios eran altos y la tasa de desempleo baja. Algo bueno para la mayor铆a de sus ciudadanos, aunque para la mayor铆a de los ciudadanos las cosas est茅n ahora todav铆a peores de lo que estaban entonces. Pero si se regresa el gr谩fico de Krugman al a帽o 2000, se apreciar谩 un crecimiento lento y estable del PIB, luego un corto auge, luego un fuerte golpe, y ahora el crecimiento volvi茅ndose a nivelar donde debi贸 haber estado sin el auge. En los a帽os de auge, dice Urmas Varblane, un profesor de econom铆a de la Universidad de Tartu, 鈥渆l crecimiento del PIB no fue real. Fue artificial鈥, impulsado por una deuda barata del extranjero. El nivel m谩s alto, punto de comparaci贸n de Krugman, no fue real鈥, dice. Que Estonia no lo haya alcanzado de nuevo es algo bueno, a帽ade. Nunca ha debido estar ah铆 en primer lugar.
Krugman ten铆a raz贸n acerca de una cosa: los salarios estaban r铆gidos. Pero no inm贸viles. Ellos bajaron ligeramente en 2009 y 2010. 脡stos han aumentado desde entonces, pero la tendencia m谩s amplia en salarios desde 2007 se mantiene intacta. Anecd贸ticamente, algunas industrias reportaron recortes en salarios de tanto como en un 30%. La productividad, mientras tanto, se recuperaba. Y ambos parecen estar casi donde estar铆an ahora de no haber habido un auge inmobiliario. Como se esperaba, el crecimiento de Estonia en 2010 y 2011 provino de las exportaciones. El Gobierno se帽ala con orgullo la decisi贸n del pionero en telecomunicaciones Ericsson en construir una planta cerca de Tallinn. Los pol铆ticos de Estonia parecen sentir un alivio de que la naci贸n ha ocupado de nuevo su justo lugar en el mundo: el de la manufactura, las exportaciones y la sobriedad.
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Este es el resumen del artículo "Krugmenistan contra Estonia" publicado en Julio 2012 en la revista Business Week.
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