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Alcanzar el tope



Revista: The Economist
Tema: Finanzas
Fecha: Julio 14, 2012
El proporción al PIB, el crédito se ha duplicado en Brasil en los últimos diez años. Gracias a que se ha facilitado el acceso a los créditos, los precios de las viviendas en las grandes ciudades se han más que duplicado en sólo cinco años. La industria automotriz, que también depende de la disponibilidad de financiamiento, ha obtenido ganancias extraordinarias en los cinco años que terminaron en 2011. Pero, ahora, el auge crediticio por el que estaba pasando el país ha comenzado a declinar. La cantidad de préstamos cuyos pagos están atrasados en más de 90 días se encuentra en 6%.

Pero, en vez de detener esta situación, el gobierno está alentando aún más los préstamos. En 2009, cuando la recesión global hizo mella en los consumidores brasileños, los legisladores bajaron los impuestos sobre las ventas y las tasas de interés para reavivar la demanda. Ahora que la economía se está tambaleando otra vez (creció sólo 2,7% el año pasado), el gobierno quiere que los prestamistas vengan de nuevo al rescate. El 11 de julio pasado, la tasa de interés del Banco Central fue reducida a la mitad, es decir, a 8%. Y se espera que hay otros recortes en este sentido. Por otra parte, el Banco Central está alentando a los demás bancos para que reduzcan sus márgenes y presten más dinero.

Esta reducción de las tasas les quitará cierta presión a los consumidores, señala David Beker, de Bank of America. Los préstamos duran mucho menos en Brasil que en el resto del mundo. Es decir, muy pocos prestatarios tendrán que soportar las altas tasas del pasado. Actualmente, más de un tercio de los pagos van destinados a los intereses de los préstamos. Pero la esperanza del gobierno de que los brasileños usen el dinero que les están liberando en más gastos y en nuevos préstamos es una locura. Dado el alto índice de impagos, los bancos se han vuelto más cautelosos a la hora de otorgar préstamos.

Pero no hay que entrar en pánico. Si bien es cierto que la deuda privada ha crecido en los últimos años a una velocidad que no es sustentable, el nivel absoluto es en realidad muy modesto. Siempre y cuando el mercado laboral se mantenga vigoroso, la mayor parte de los brasileños podrán encargarse de sus préstamos con relativa facilidad. Lamentablemente, la tasa de desempleo está más baja que nunca y el ingreso real está creciendo más lentamente que antes.




Este es el resumen del artículo "Alcanzar el tope" publicado en Julio 14, 2012 en la revista The Economist.

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